Continúan las malas noticias a nivel físico para la plantilla del Baskonia y en especial para Rodions Kurucs. El jugador letón, que debutó ante el Panathinaikos el pasado jueves tras regresar al equipo después de operarse de una fascitis plantar a finales de agosto, volvió a sufrir molestias en la misma zona poco después de saltar al parqué en el encuentro contra el Real Madrid.
Una acción fortuita en la que su rodilla chocó con Sergio Llull sobre el minuto 7 del partido fue el preludio de que acabara en los vestuarios.
Prueba de que no estaba capacitado para seguir sobre la cancha fue que realizó una falta adrede sobre Campazzo para parar el juego pese a que el Baskonia estaba en bonus y regaló así dos tiros libres al base argentino del Real Madrid.
Por el momento se desconoce el posible alcance de la lesión pero la preocupación es latente, más aún sabiendo que hay jornada doble esta semana con los encuentros frente al París el miércoles y el viernes ante el Partizan.
Este lunes, pruebas médicas
Galbiati aseguró tras el partido que este lunes se le realizará una revisión médica para determinar el posible alcance de una lesión que puede apartarle del equipo en los próximos partidos. Sus ostensibles gestos de dolor y el hecho de que no volviera al banquillo a presenciar la recta final del choque son, desde luego, inquietantes a la hora de valorar su estado de salud.
Lo cierto es que el ala-pívot báltico no ha entrado con buen pie en un Baskonia que tampoco va sobrado de efectivos y que, si se confirma su baja, perderá a un jugador con presencia física para ayudar tanto en defensa como en el rebote.