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Otro mercado al ralentí

Un año más los equipos modestos apenas han anunciado traspasos al iniciar el verano

Otro mercado al ralentí

No es nuevo que a estas alturas de año el mercado de fichajes en el mundo del fútbol esté parado. El timing de los clubes acaba siendo prácticamente el mismo curso tras curso. Hay un proceso de trabajo marcado e impuesto a su vez por las diferentes fechas que establece el calendario de cada ejercicio: comienzo de las pretemporadas, arranque de la competición y fin del período de contrataciones.

Todavía se están jugando partidos de ascenso a las diferentes categorías y hasta que no se sepa dónde va a estar definitivamente cada escuadra muchas cosas pueden pasar. Por eso los primeros movimientos suelen ser los de los entrenadores y en su caso directores deportivos. Raro es el club que a día de hoy no ha anunciado quién será el inquilino de su banquillo el próximo curso. Y es que casi a finales de junio es cuando empezarán a darse las primeras operaciones.

Alexander-Arnold ya ha debutado con el Real Madrid. | FOTO: EFE

Por no darse tan siquiera ni se han dado oficialmente las salidas de jugadores que acaban contrato el 30 de junio; tan sólo aquellas de quienes han estado cedidos en otros conjuntos, situación que también se ha producido en el propio Deportivo Alavés. Pero de marchas o llegadas únicamente hablan tres semanas después de terminar la competición los equipos grandes. Lo de siempre. Con ingentes cantidades de dinero de por medio comienzan a mover el árbol. Ahí están los casos de Arnold, Huijsen o Mastantuono en el Real Madrid o Joan García en el Barcelona. Y con el mundial de clubes como novedad todo se ralentiza aún más. Luego llegarán en cascada una primera remesa de cambios en los conjuntos que jugarán en Europa o de la zona media. Y finalmente serán los modestos los que muestren sus cartas a futuro.

Dani Raba ha cambiado el Leganés por el Valencia. | FOTO: EFE

En cierta forma dependen de posibles cesiones de estructuras de mayor potencial. Para entonces la pretemporada estará más que lanzada. Y volverá a producirse otro parón en el trasiego de futbolistas. Tiempo para pensar y tomar decisiones más calculadas, ver cómo se encajan los límites salariales y tener paciencia a la hora de amarrar las mejores piezas. Entonces llegará el comienzo de un nuevo curso, allá por mediados de agosto, curiosamente con el mercado todavía abierto hasta finales de mes. Con la rocambolesca situación de ver a un jugador una semana vestido con una camiseta y pocos días después con otra –Luis Rioja fue un ejemplo de esto hace un año cuando jugó en Balaídos dos veces en apenas una semana–.

Luis Rioja, durante un partido del pasado ejercicio en Mendizorroza

Hay quien piensa que dicho escenario lo alimentan los propios clubes que nunca se han negado en rotundo a que el cierre del mercado coincida con el arranque de la competición. Y a todo esto se suma el nerviosismo de última hora por reforzar determinadas posiciones que se creían completadas o porque los primeros resultados de un equipo no han sido los deseados. Esta vez con el añadido de que no hay tanto dinero en la caja.

Así que cuesta hacer más encaje de bolillos si cabe y tirar de pericia para concretar determinados nombres. Contratos incluso más cortos en cuanto a su duración para no hipotecarse y cláusulas de recompra para abaratar posibles traspasos entre instituciones.

Todo vale con tal de concretar las intenciones de unos y otros. Muchas llamadas y reuniones estos días entre agentes y directores deportivos, pero sin cerrarse excesivas transacciones. Ofrecimientos varios y a veces sin respuesta por parte de los secretarios técnicos, señal de que determinado jugador no entra en sus planes. Hasta el nerviosismo cunde en algún representado cuando llegado el momento no tiene las propuestas que pensaba obtener. Es la situación del mercado, una vez más. Así que la mejor receta es la de la paciencia y sobre todo estar preparado para cualquier sobresalto. Porque seguro que alguna que otra sorpresa puede darse y contar con alguna salida de última hora es otro de los escenarios a manejar.

De momento alguno de sus rivales más directos ha empezado a reforzarse, con jugadores que acababan contrato y que habían perdido la categoría con sus anteriores escuadras. Por ahí, pudiera ir también el perfil de jugador que pretenda el Deportivo Alavés. Con todo, el objetivo es claro: conformar un plantel de garantías para pelar con más holgura si cabe por la permanencia una temporada más.