Marcos Vinagre, un niño prodigio a 200 por hora
El joven motorista vitoriano de 11 años, que sueña con ser campeón del Mundo, está despuntando en su precoz estreno en la categoría de Moto 4
Pocos lectores –posiblemente ninguno– habrán superado los 190 kilómetros por hora sobre el asfalto en alguna ocasión. Pues bien, para el vitoriano Marcos Vinagre Asensio eso ya es rutina con sólo 11 años.
El prometedor piloto de motos se ha estrenado este año en la categoría de Moto 4 y en la primera ocasión en la que participó en una carrera con una moto de estas dimensiones demostró el enorme talento que atesora al clasificarse en primer lugar en la parrilla y ganar con claridad las dos carreras del fin de semana.
Lo logró, concretamente, en la primera prueba del Campeonato de España de Superbikes disputada en el Circuito de Jerez el pasado mes de abril, superando a rivales internacionales más mayores y experimentados que él.
Marcos Vinagre se impone en su primera carrera de Moto 4 en Jerez
“Hasta ahora no se podía correr en esta categoría si no habías cumplido los 12 años, pero ahora te lo permiten si vas a cumplirlos a lo largo del año. Mi padre me dijo que esta temporada el objetivo era disfrutar y aprenderme los circuitos grandes, que no había corrido nunca en ellos, y la que viene ya pelear por ganar, pero como estoy haciendo lo que tocaba el año que viene, el objetivo ahora es ganar”, adelanta Marcos Vinagre a este periódico.
Si consigue terminar el campeonato entre los tres primeros tras las seis carreras que restan, logrará hacerse un hueco en la siguiente categoría, el ESBK Talent, para participar en ella la temporada que viene.
Son los pasos intermedios para poder llegar a pilotar una Moto 3 en categoría júnior, último escalón para llegar al Mundial de motociclismo en esta mismo cilindrada y convertirse en profesional, para lo que es necesario tener como mínimo 17 años.
Eso sí, el joven piloto vitoriano apunta mucho más alto. “Quiero ser campeón del mundo”, asegura confiado. Su currículum y la velocidad a la que ha ido quemando etapas, desde luego, dan motivos para soñar con ello y con la posibilidad de ver en el futuro a un alavés en el Campeonato del Mundo.
Progresión meteórica
En su primer año en minimotos quedó tercero en el Campeonato de España, en su segundo año, una avería en la última curva de la última carrera le impidió ganar el campeonato, en su tercera temporada, en categoría MiniGP 110, fue campeón y la pasada campaña fue cuarto en su primera experiencia en MiniGP 160, momento en el que cambió el equipo Dayam 77, con el que mantiene una gran relación, por el Igax Team para tener la oportunidad de subirse a una Moto 4.
Su pasión por las motos viene desde lejos: “Mis padres me dicen que cuando tenía un año y aún estaba aprendiendo a hablar me ponía como loco cuando veía una moto en la calle. Si me subían a ella me quedaba tranquilo y si me bajaban lloraba”.
“Mis pilotos favoritos son Marc Márquez y David Alonso. Llevo el número 80 en la moto por David Alonso, es amigo mío porque cuando yo tenía cinco años él tenía mi edad actual y entrenábamos juntos. Es muy majo”
También le relajaba el sonido del motor del quad de su padre, quien, aunque siempre le ha gustado ver las carreras de motos, ha tenido que abrirse a este mundillo desconocido para la familia hasta que salió a la luz la pasión de Marcos.
Con tres años y al ver que los juguetes se le quedaban pequeños, le regalaron su primera moto, una PW eléctrica de Yamaha, y cuando empezó a competir con seis años y a superar a niños con muchos más entrenamientos detrás, decidieron volcarse con él.
Lo que más destaca su madre de él es su valentía, algo que queda corroborado por las palabras de Vinagre. “Lo que más disfruto de pilotar la moto es entrar en las curvas rápidas. Lo que siento cuando me inclino... Es difícil de explicar”. Después de caerse “igual más de mil veces”, sus ganas de mantener el acelerador a fondo no dejan de crecer.
Un deporte sacrificado
No es habitual ver pilotos vascos en el Campeonato del Mundo de Motociclismo –uno de los más exitosos, el vizcaíno Efrén Vázquez, ejerce de mentor de Marcos Vinagre–, algo que se explica en buena medida por el clima y la falta de infraestructuras para poder practicar este deporte, más popular en las zonas cálidas de la península.
Por ello, es habitual que viaje a Cartagena o a Valencia, en el Aspar Circuit, para poder entrenar con la moto en un circuito cerrado, ya que en el País Vasco su alternativa es practicar en el circuito de karts de Olaberria, el indoor de Irún o colocar unos conos en una esplanada.
Por ello, su tiempo entre semana lo dedica a su preparación física. “La moto pesa algo más de 80 kilos, así que tengo que estar en forma para poder levantarla y también para no cansarme durante la carrera. Salgo a correr, hago distintos ejercicios y también ando mucho en bici”, comenta el piloto vitoriano, que no llega a los 40 kilos de peso.
“Mis padres me dicen que cuando tenía un año y aún estaba aprendiendo a hablar me ponía como loco cuando veía una moto en la calle. Si me subían a ella me quedaba tranquilo y si me bajaban lloraba”
Tampoco es fácil compaginar el motociclismo y los viajes con estudiar en Sexto de Primaria, aunque el Colegio San Prudencio le pone facilidades para ello: “En la carrera de Jerez tenía que estar el miércoles en el circuito para conocer la pista y luego hay entrenamientos previos a la clasificación. Lo que no puedo hacer en el colegio esa semana lo recupero la siguiente”.
Además, apunta que la escuela publica “noticias e historias de sus carreras” y afirma que recibió “muchas felicitaciones” a su regreso de Jerez, “incluso de las madres de los compañeros”. El cariño lo devolvió dedicándoles a sus amigos de clase una de las victorias del fin de semana frente a los micrófonos.
Otro de los grandes inconvenientes es el elevado coste económico del motociclismo, ya que a las motos y a su mantenimiento hay que sumarles todos los desplazamientos, los costes de los entrenamientos, el material...
La inversión a realizar es importante y es por ello por lo que Marcos y su familia se encuentran en constante búsqueda de patrocinadores, ya que el apoyo de las instituciones públicas sólo cubre una parte del presupuesto. Grupo Sainsa, Martínez Recycling, Contenedores Felmar, Kirolaraba, Ferri, Asesoría Gamarra e Inbiauto Motor, a los que están “muy agradecidos”, ya se han subido a la moto de este prometedor piloto vitoriano para ayudarle a cumplir su sueño.
Fan de Márquez y David Alonso
Al ser cuestionado por sus referentes, Marcos Vinagre lo tiene claro: “Marc Márquez y David Alonso. Llevo el número 80 en la moto por David Alonso (vigente campeón de Moto 3 y piloto de Moto 2). Es amigo mío porque cuando yo tenía cinco años él tenía mi edad actual y entrenábamos juntos, es muy majo”.
Difícilmente podría haber elegido mejores espejos en los que mirarse para conseguir su meta de ser campeón del mundo. Eso sí, tiene claro que aún tiene mucho camino por delante y su objetivo prioritario ahora es pelear por el Campeonato de España de Superbikes.
Vinagre volverá a la competición entre el 19 y 22 de junio en Montmeló, después pasará por Motorland, dos veces por el Circuito de Navarra, Estoril y finalmente de nuevo Jerez entre el 6 y el 9 de noviembre. Seis carreras en las que este joven vitoriano nacido para el motociclismo intentará mantener alto el listón y seguir superándose.