El Alavés B mantiene su línea ascendente con un trabajado punto

El Deportivo Alavés B resolvió su segunda visita a Las Gaunas esta temporada con el mismo signo de la primera, un empate sin goles ante la Sociedad Deportiva Logroñés.

Pese a que el Miniglorias anhelaba encadenar su tercera victoria consecutiva, el punto cosechado en la capital riojana no deja de sumar en la línea ascendente que mantienen los de Molo Casas, que tras haber llevado a su casillero siete de los nueve últimos puntos en disputa han escalado hasta media la décima posición de la tabla si bien la distancia con los puestos de descenso sigue siendo mínima, tan solo dos puntos.

Entraba en el guión previsto que los locales hacieran valer tanto su condición de locales como su mejor puesto en la clasificación para empezar llevando el peso del partido, aunque tener más el balón no fue sinónimo casi nunca para los locales ni de someter al disciplinado filial alavesista ni de crear muchas ocasiones de gol.

De hecho, en una primera mitad bastante plana la única gran intervención de cualquiera de los dos porteros fue del local Oriol Martí, que superada la media hora de juego tuvo que lucirse para desbaratar en dos tiempos una buena ocasión vitoriana.

Poco después, un disparo desde el borde del área de Nacho Ruiz que se marchó ligeramente desviado fue lo más cerca que estuvo la SD Logroñés de adelantarse en un primer tiempo de tendencias inversas, de más a menos los riojanos y de menos a más los alaveses en un partido parejo.

Iniciativa local

No hubo cambios en el descanso ni tampoco en la decoración del partido en los primeros minutos de la reanudación. La iniciativa siguió siendo local, pero la concentración de los zagueros babazorros y las ayudas de todo el equipo en tareas defensivas neutralizaron una y otra vez los intentos de los de Juan Carlos Pouso de acercarse con peligro a la portería de un Grego Swiderski que resolvió con seguridad el no excesivo trabajo que tuvo.

Las entradas de Lucas Moura primero y de González de Heredia y Jay después aportaron frescura a la vez que trataron de dar mayor profundidad a un Alavés B que, pese a defenderse más que a atacar, nunca renunció a correr hacia delante y a pisar el área riojana, donde le faltó el último pase.

La entrada de Andoni Arzak por Lander Pinillos fue la última bala que jugó Molo para tratar de asestar el golpe definitivo, pero era ya un momento de partido en el que conservar el punto era más aconsejable que tomar riesgos que pudieran arruinar el buen trabajo hecho hasta entonces. No muy distinto pensó el equipo local, que avisado de la peligrosidad alavesista en las transiciones también optó por nada y guardar la ropa en el tramo final.

Sumado este meritorio punto en la visita a un equipo en zona de play off, el Miniglorias pone la mirada ya en la próxima jornada, en la que afrontará otro reto de enorme altura con la visita a Ibaia del segundo clasificado del grupo, el Arenas de Getxo.