El conjunto español de gimnasia rítmica quedó descartado este viernes para la final de los Juegos de París, víctima de los mismos errores que condenaron en la víspera a las individuales Polina Berezina y Alba Bautista: fallos graves de inicio que las llevaron a competir con una tensión creciente y a cometer nuevos desaciertos.

Bronce en los dos últimos mundiales, y aspirante por tanto al podio olímpico, el grupo no pudo brillar en ninguna de sus dos presentaciones. Pese a reclamar sus dos notas, solo en un caso con fortuna, terminó en la décima posición final, fuera de las ocho mejores que se jugarán las medallas. Será segundo reserva.

Bulgaria, defensor del título, encabezó la clasificación, con 70,400 puntos, por delante de Italia, 69,350, y de Ucrania, 68,950.

Las españolas sumaron 60,400.

Una pérdida de aparato y el resbalón de una gimnasta estropearon su ejercicio de cinco aros, en el que el conjunto español es subcampeón mundial.

La nota de 30,400 (tras una reclamación sobre el 30,100 original) las condujo a la penúltima posición y a la obligación de remontar con su segundo ejercicio y confiar en el fallo de otras.

En los Juegos solo hay concurso general, que suma las notas de los dos ejercicios, en este caso uno con cinco aros y otro con tres cintas y dos pelotas.

En el ejercicio mixto el conjunto a cargo de la subcampeona olímpica Alejandra Quereda tuvo problemas con las cintas, incluida una salida de aparato que le supuso una deducción de 0,30. Las entrenadoras volvieron a reclamar, esta vez sin éxito, y se quedaron con 30,000.

El conjunto lo forman Ana Arnau, Inés Bergua, Mireia Martínez, Patricia Pérez y Salma Solaun.

Junto a Bulgaria, Italia y Ucrania se metieron en la final Francia, conjunto entrenado por las seleccionadoras que llevaron al conjunto español a la plata en Río 2016, Anna Baranova y Sara Bayón, China, Israel, Uzbekistán y Azerbaiyán.