En su primera convocatoria con la selección española de rugby brilló con luz propia. La jugadora del Gaztedi fue una de las jugadoras más destacadas a nivel defensivo del combinado estatal que se alzó con la medalla de plata del europeo Sub18 de Rugby 7 disputado en Estrasburgo.
Después del logro de la medalla de plata en el reciente Europeo, y ahora más en frío ¿Cuáles son sus sentimientos?
–Ahora ya estoy mucho más tranquila y es que he vivido unos días muy bonitos e intensos hablando con muchos medios y mucha gente, y es que han sido muchas emociones. Ahora, se ve todo de una forma distinta, es decir, disfrutando un poco de ese segundo puesto y con ganas de seguir jugando al rugby para lograr el siguiente objetivo.
Se podría decir que es la perla del rugby alavés, ¿cómo se gestiona eso?
–La verdad es que da mucha impresión escuchar eso sobre mí y es muy complicado de gestionar por mi corta edad. Se me hace muy raro que pregunten sobre mis éxitos y verme en diferentes medios con tan solo 18 años. Aún así, estoy encantada y contenta por poder compartir estos logros con toda mi gente.
Esta ha sido su primera convocatoria y también su primera medalla, ¡Menudo comienzo!
–Sí, así es. La verdad es que la selección lleva ya tres platas seguidas y poder formar parte de eso es increíble. Es más, tenemos ganas de dejar ese segundo puesto para pasar al oro, y esperemos que el año que viene así sea.
¿Qué le ha aportado a nivel personal toda esta experiencia?
–Aunque hayamos estado poco tiempo, yo he estado encantada. Han sido dos concentraciones en total, una en mayo de cinco días y luego ya la del Europeo que han sido diez. Mis compañeras son encantadoras y el grupo es muy sano, lo que hace que todo eso sea más especial. Poder compartir todos estos nervios e impresiones con chicas que te entienden y que te ayudan a seguir mejorando es impresionante.
“Se me hace muy raro que me pregunten por mis éxitos y verme en los medios con 18 años”
¿Qué sensaciones tiene de lo vivido con la selección?
–Es impresionante. La amargura de ese segundo puesto cuando terminó el encuentro duró un momento y enseguida se pasó a esa felicidad por haber logrado la plata. Haber conseguido esta medalla en un Campeonato de Europa y con 18 años es espectacular. No hay palabras para describir esas sensaciones.
¿Se esperaba ser convocada? ¿Cómo fue ese momento?
–Yo no me lo esperaba para nada, pero por mi forma de ser fue como un premio por estar trabajando tantos años y dar el 100% a lo largo de la temporada. La llamada de la selección ha sido una recompensa a todo ese trabajo y al mismo tiempo una ilusión enorme. Ahora mi objetivo es poder seguir acudiendo a más convocatorias, pero en especial seguir mejorando como jugadora para continuar creciendo.
En esta primera vez, ¿qué pesaron más, los nervios o la emoción?
–Sin duda las ganas de jugar. Por mucho que estés nerviosa tan solo estás pensando en el torneo y en querer tener minutos para saltar al campo y darlo todo. Al final jugar al rugby es jugar al rugby aquí en Vitoria o en Estrasburgo. Ésto es lo que más me gusta hacer y con lo que más disfruto, así que cuando estás dentro del campo con el balón se te olvida un poco todo.
¿Cómo le comunicaron que había sido convocada?
–Fue un momento increíble. Me lo comunicaron en la calle cuando estaba con mis amigos y fue una emoción compartida, porque ellos sabían lo que esto significaba para mí.
¿Cómo empezó en este deporte?
–Antes del rugby, de pequeña realicé diferentes deportes, pero no encontraba ninguno en el que fuese buena y que se me diera bien. Un amigo que jugaba al rugby me animó a empezar y así me inicié. Primero fue en un equipo mixto de la escuela que estuve hasta los 16 años. Luego, ya me cambié a un equipo femenino y desde entonces estoy enganchada a este deporte. Además, el Gaztedi es una maravilla y me siento parte de una gran familia. En total, llevo unos diez años jugando a rugby y espero que sean muchos más.
¿Cómo ve la situación actual respecto al rugby femenino?
–El rugby femenino está en pleno crecimiento y eso se ve en las jugadoras que están saliendo que son impresionantes. Desde que estoy en la escuela he visto muchísimas convocatorias en la selección de Euskadi y la verdad es que en el Gaztedi se ve mucha calidad de la cantera. Además, cada vez somos más y es que el club se nutre casi al 90% de jugadoras de la escuela y ese dato es increíble.
¿Tiene algún objetivo o sueño que le gustaría cumplir como jugadora?
–Me encantaría seguir viéndome con la camiseta de la española y seguir jugando partidos. Mi objetivo, en especial, es seguir mejorando porque no paro de aprender cosas nuevas y con 18 años no has llegado ni a la mitad de tu potencial. Por lo tanto, tengo una oportunidad buenísima para seguir creciendo.
¿Tiene algún título en mente?
–Me encantaría poder volver a jugar un Europeo y es que ha sido una experiencia increíble poder estar convocada y por eso, me gustaría seguir peleando títulos con ellos. A nivel de club, en cambio, me gustaría seguir ganando ligas e incluso que el Gaztedi suba a una categoría como División de Honor B, porque potencial hay y las ganas sobran.
“Cualquiera que entienda un poco este deporte, ya sabe que para nada es violento”
¿Cómo es su día a día?
–En el Gaztedi entrenamos tres días a la semana, y las chicas una hora y media cada día. Por otro lado, también hago entrenamientos por mi cuenta, ya sea de gimnasio o técnicos en el campo para mejorar en elementos más puntuales.
Hay gente que dice que es un deporte violento ¿qué opina al respecto?
–La verdad es que mi familia me ha apoyado de forma impresionante, e incluso han venido a Estrasburgo a verme. Me siento muy apoyada por ellos y sé que están muy orgullosos de mí, y es buenísimo tener ese apoyo por detrás. Aún así, es cierto que el rugby sigue teniendo ese tabú de deporte violento y mi abuela todavía no ha sido capaz de venir a ver un partido de rugby porque lo pasa fatal, pero es falta de conocimiento. Al final, cualquiera que entienda este deporte un poco ya sabe que no es para nada violento y que se puede disfrutar muchísimo.
Es muy joven todavía ¿ha comenzado algún estudio?
–Yo quiero estudiar fisioterapia y empezaré el año que viene. Estoy con muchísimas ganas, ya que siempre he tenido muy claro que quería hacer esta carrera. Soy muy constante y la verdad que siempre le pongo muchas ganas a todo. Lo único es que aún no se donde voy a poder estudiar y estoy a la espera de las notas. Así que, todo dependerá de eso.
Si le tocara estudiar lejos de Vitoria, ¿qué ocurriría con el rugby?
–La verdad es que eso sería un problema y nos va a pasar a todas cuando llegue este momento. Es un factor que no depende de nosotras y un dilema impresionante, pero haré todo lo posible en cuanto llegue el momento para poder seguir aquí en el mundo del rugby.
¿Cómo es Claudia fuera y dentro de los terrenos de juego? ¿Y en dos palabras cómo se definiría?
–Soy muy cabezona y me gusta mucho conseguir todo lo que me propongo, y en el campo creo que aplico lo mismo porque no me gusta nada esa sensación de no haberlo dado todo. Con dos palabras, resistente y enérgica.