Cuanto más presión en el Manomanista, más Jokin Altuna

El 7-22 ante Unai Laso en la primera jornada de la liguilla de cuartos de final del Manomanista dejó la participación de Jokin Altuna en estado de alarma. Ante un adversario que bordó el guion, el amezketarra pareció vulnerable. Se ató a dos situaciones que le podían salvar los muebles de cara a aspirar a las semifinales, dado el tanteador tan abultado para posibles triples empates: una victoria del errotarra este sábado en Iruñea y la propia este domingo en el frontón Astelena de Eibar. Et voilà. Dicho y hecho.

Laso puso de su parte para poner la directa a las semifinales; Altuna III hizo su trabajo ante José Javier Zabaleta con un monólogo (6-22) y todo su camino en el mano a mano se emplaza a un permanente cara o cruz. Eliminatorias puras y duras. En La Catedral, escenario donde brilla, solventó la primera papeleta. Cuanto más presión, más Altuna III; cuanto más hay en juego y los encuentros toman el cariz de decisivos, más Altuna III; cuanto más necesidad, más Altuna III. Animal competitivo. 

Buen inicio de Zabaleta

Lo sufrió Zabaleta en sus carnes. Le califica como su “bestia negra” en la modalidad y es por algo. Jokin pone en marcha el ordenador que tiene encima de los hombros y ve la pelota en lenguaje binario. Ceros y unos. Inteligencia artificial. Deep Blue. Ajedrez en el Astelena. Las armas: sacar largo ante un pelotari que restó a bote, cruzar la pelota, incomodar la diestra del pegador y terminar. Una marcha más. De poco le sirvió al cinco veces campeón del Parejas su descorche, que fue precioso a decir verdad. Enlazó una dejada al txoko tras abrir hueco con el martillo de la derecha, un pelotazo al rebote y un segundo arabesco por el rincón.

Ocurre que el 3-0 del arranque no cambió el gesto de Jokin, que sabía que se la jugaba. Ya en el peloteo del último tanto favorable a Zabaleta dio buenas muestras de por dónde pasaban sus opciones de quebrar a un zaguero que abre muchos huecos con sus dos manos: eliminar su derecha con golpeos cruzados y efectos. El principio del fin. Una bomba de relojería. Tic tac. Tic tac.

Un buruzgain abrió la espita de Altuna III y no se cerró en una tacada que dejó el partido prácticamente visto para sentencia. 3-13. Si parpadea, se lo pierde. Así es el mano a mano con sus luces y sombras. Jokin presionó al zaguero, que no fue capaz de encontrar la piedra filosofal para, siquiera, intentar poner contra las cuerdas a su contrincante. Altuna III dio un clínic para resurgir de sus cenizas y reengancharse al Manomanista con todas las de la ley. Redivivo. 

Zabaleta apenas pudo sumar tres tantos más y todos fueron errores del amezketarra –una dejada lejana que besó la chapa (4-13) y dos faltas de saque–. No inquietó el de Sakana, que no tuvo posibilidades de demostrar sus capacidades. Lo demás: una tarde de cierta placidez del campeón de las ediciones de 2018 y 2021.

Así las cosas, el resultado del Astelena elimina directamente a Zabaleta, que se jugaba la vida, y mete en la siguiente fase a un Laso que se medirá al pegador navarro en un partido sin interés clasificatorio. El meollo del Grupo B queda emplazado al domingo 12 de mayo en Eibar, donde Altuna III se mide a Darío. El que gane estará en las semifinales.