Un modesto equipo de voleibol de Vitoria se encuentra de enhorabuena. Es, en concreto, el Ika Ekialde, nacido hace dos años de la Agrupación Deportiva Ekialderantz y que acaba de lograr el ascenso a la Segunda División Nacional Grupo A tras cerrar una temporada espectacular con un pleno de triunfos.
El joven conjunto alavés, dirigido por Nahia Díez, a la vez entrenadora y jugadora, se encuentra imbatido a falta de un encuentro para finalizar la liga. En esta última jornada también obtendrá, previsiblemente, la victoria ya que se mide el sábado (19.00 horas) en Mendebaldea al colista Kora Green City. Es un escenario inédito ya que normalmente suele jugar todos sus partidos en el Instituto Ekialdea, al lado de la plaza de toros.
El Ika Ekialde es el perfecto ejemplo de una sacrificada e ingrata labor en la sombra de sus dirigentes y jugadoras. No en vano, ha hecho realidad su objetivo con escasos medios económicos a su alcance.
Prueba de ello es que sus 14 jugadoras, todas ellas alavesas y con edades comprendidas entre los 15 y 27 años, deben viajar en su propio coche a todos los partidos, muchos incluso fuera del País Vasco, ante los elevados costes que supone hacerlo en autobús.
"Había una necesidad de dar continuidad al trabajo realizado en categorías formativas, que nuestras jugadoras tuvieran la opción de seguir jugando en categorías federadas, de más nivel competitivo en el propio centro y con su equipo de toda la vida"
El equipo nació concretamente hace dos años con su participación en la Segunda División Nacional Grupo B.
“Había una necesidad de dar continuidad al trabajo realizado en categorías formativas, que nuestras jugadoras tuvieran la opción de seguir jugando en categorías federadas, de más nivel competitivo en el propio centro y con su equipo de toda la vida”, destaca Mikel Carlos de Vergara, coordinador de la Agrupación Deportiva Ekialderantz.
El club está conformado por alrededor de 130 jugadoras y cuenta con diez equipos en su estructura (dos infantiles, cuatro cadetes, tres federados y el de Segunda División Nacional que acaba de lograr el ascenso). De ellos, nueve son femeninos y tan solo uno es masculino.
La idea a partir de la próxima campaña es que haya tres conjuntos en la Segunda División Nacional, uno de chicas en el Grupo A y dos en el B, uno femenino y otro masculino.
"El ascenso y los buenos resultados son la consecuencia del gran trabajo formativo que se está haciendo. Tenemos nuevas generaciones que vienen con muchas ganas de pasarlo bien y competir"
Tras un primer año como toma de contacto, el Ika Ekialde ha logrado demostrar su auténtica valía en su segundo año pese a no tener refuerzos de fuera de Vitoria.
"Nuestro objetivo para temporadas futuras es seguir peleando por el ascenso a la Primera División Nacional. Con esfuerzo, trabajo y patrocinadores que sigan apostando por el deporte femenino, esperamos conseguirlo”, afirma la entrenadora Nahia Díez, quien desvela que el equipo se sufraga básicamente con las cuotas de las jugadoras ante la dificultad para que empresas del territorio inviertan en un deporte como el voleibol que no es muy mediático.
Los costes que implica tener un equipo en esta categoría son elevados pese a que, por fortuna, el Ika Ekialde no debe afrontar los gastos de arbitrajes.
"El ascenso y los buenos resultados son la consecuencia del gran trabajo formativo que se está haciendo. Tenemos nuevas generaciones que vienen con muchas ganas de pasarlo bien y competir, con muchísima ilusión por este deporte y por este proyecto, y no sólo como jugadoras, también como entrenadoras", añade Díez, orgullosa de "haber crecido tanto en muy pocos años" pero que no pone freno a la ambición existente dentro de la Agrupación Deportiva Ekialderatz.
"Nos gusta mantener los valores inherentes al deporte escolar, pero sin descuidar la parte puramente competitiva. La idea es llegar algún día a Primera Nacional, algo que requerirá invertir más dinero", concluye Nahia Díez, la entrenadora-jugadora de 24 años.
