Ainhoa Sagasti se está labrando poco a poco un nombre en el atletismo nacional y constituye ya una de las firmes promesas de Álava.

La todoterreno gasteiztarra, que el 29 de marzo será mayor de edad, ostenta en su palmarés el campeonato de Euskadi sub-20 en pentatlón, también la mejor marca de su categoría en altura y, entre otros galardones, el Oro de Euskadi en altura sub-18. No se pone límites y es consciente de su potencial pero, sobre todo, quiere “seguir disfrutando del camino”. 

Un recorrido todavía en un estado incipiente, pero que ilusiona por la evolución mostrada en todas las disciplinas que engloba el pentatlón. Ainhoa Sagasti probó el atletismo a los 10 años y se sintió en su salsa. “Dos amigas mías hacían atletismo y un día fui a probar por hacer algún deporte. Fue bien la cosa, los entrenadores me dijeron que iba bien y aquí sigo”, recuerda la alavesa.

Ainhoa Sagasti ejecuta una de sus pruebas DNA

La temporada ha arrancado de forma inmejorable para la atleta gasteiztarra. De hecho, quedó campeona de Euskadi sub-20 en pentatlón pese a estar “enferma” y recientemente participó en el campeonato de Aragón para conseguir su plaza en el Campeonato de España. 

“Soy consciente del potencial; mi entrenador ya me lo dice, pero me cuesta admitirlo porque voy a lo mío”

Ainhoa Sagasti - Atleta vitoriana

Su principal objetivo es lograr una de las 14 vacantes disponibles para el Estatal previsto el próximo 3 de marzo. “Estoy la undécima, ahí en el límite, pero quiero llegar al campeonato de España”, confirma.

Ainhoa Sagasti ha encontrado su espacio en el pentatlón. Una exigente disciplina que engloba, en pista cubierta, las pruebas de 60 metros en vallas, altura, peso, longitud y 800 metros. La mínima para participar en vallas ya la tiene y está a un centímetro de igualar el mínimo de altura, que es de 1,62 metros. Por eso, la vitoriana “sondea el calendario” de pruebas a nivel estatal en busca de un campeonato en el que poder rubricar otra marca.

“El atletismo es lo que me apasiona;quiero disfrutar del proceso sin fijarme unos límites”

Ainhoa Sagasti - Atleta vitoriana

Los sacrificios por llevar su figura a un nivel superior y poder consolidarse son evidentes. Como es lógico, Sagasti –que en verano se dedica al heptatlón– compagina el deporte con los estudios.

La atleta cursa segundo de bachillerato en la rama biosanitaria. “Es un año bastante complicado, un sálvese quien pueda. Durante la semana entreno cuatro días y el fin de semana es el momento de la competición. Voy casi al límite porque tengo que estudiar mucho, pero me está yendo bastante bien”, admite la vitoriana.

La clave para abarcar los estudios y el atletismo, según Sagasti, no es otra que la constancia y mantener el orden en su calendario. “Estoy todo el día que no paro. No sería yo sin mis entrenamientos”, recalca. 

“Voy casi al límite porque tengo que estudiar mucho, pero me está yendo bien”

Ainhoa Sagasti - Atleta vitoriana

Por ello, la alavesa intenta ir “siempre con las máximas ganas a entrenar” porque, subraya, “es vocacional”. “Es lo que me apasiona. Hay días que por cualquier circunstancia voy con menos fuerzas, pero intento darlo todo y seguir intentándolo aunque no me salgan las cosas”, agrega Sagasti, quien solo quiere “disfrutar del proceso y mejorar sin fijarme unos límites muy altos”.

Su vitrina de trofeos alberga ya galardones como el Campeonato de Euskadi sub-20, pero Ainhoa Sagasti se mantiene con los pies en el suelo sabedora de que se encuentra todavía en proceso de formación. 

“El atletismo es lo que me apasiona y ponerme unas expectativas muy altas me puede generar presión. Soy consciente del potencial, mi entrenador ya me lo dice, pero me cuesta admitirlo porque voy a lo mío. Me falta creérmelo porque me sigo viendo una más que entrena”, concluye.