El idilio del territorio alavés con el ciclismo de élite continúa. Después de recibir este año al Tour –con la salida desde Gasteiz de su segunda etapa–, el año que viene será la Vuelta la que recale en tierras alavesas. Será en la decimoctava etapa, el 5 de septiembre –a tres etapas de la meta final en Madrid–, para recorrer 175 kilómetros entre Vitoria y el Parque Natural de Izki, en Maeztu.

Una etapa de media montaña que recorrerá algunos puntos emblemáticos de Álava como Salinas de Añana y Elciego y que prevé el ascenso al Puerto de Herrera. Retorna así la Vuelta a Araba, después de que en 2022 el territorio alavés acogiera una etapa con salida en Vitoria y llegada en Laguardia.

“Ningún deporte, ninguna retransmisión deportiva es capaz de mostrar un territorio, un paisaje, un patrimonio como lo hace el ciclismo. Tras la maravillosa experiencia de la Grand Départ del Tour de este año, el año próximo retomamos nuestra colaboración con la Vuelta”, explicó el diputado general alavés, Ramiro González, que ayer asistió a la presentación del recorrido de la Vuelta 2024. “Me he reunido con Javier Guillén –continuó el diputado general– y hemos hablado de colaboración, de futuro, de una relación que seguirá dando sus frutos y nos permitirá seguir mostrando nuestro territorio al mundo”.

La Vuelta a España 2024 comenzará el 17 de agosto en Lisboa y terminará el 8 de septiembre en Madrid con un recorrido que vuelve a apostar por la montaña, con Lagos de Covadonga como estandarte, e incluye dos cronos, una inicial en la capital portuguesa y otra final en la española que puede ser clave con 22 km de recorrido.

álava se cita con la vuelta

Desde Portugal

La crono inaugural de 12 km entre Lisboa y Oeiras será individual y saldrá junto al monumental Monasterio de los Jerónimos, en el barrio de Belén, una prueba corta, pero de fuerza junto a la desembocadura del Tajo de donde saldrá el primer líder.

Las siguientes dos etapas, ya en línea tendrán meta en Ourém y Castelo Branco, ambas de 191 km, propicias para el esprint a pesar de tener trayectos ondulados. La Vuelta se despedirá así de Portugal para acceder a territorio español.

Ya en la cuarta etapa llegará el primer final en alto, en Extremadura, con salida en Plasencia y meta en el Pico de Villuercas, que se complica al final con 3 km que incluyen rampas del 16%. Jornada con 4 puertos para ver en acción a los favoritos.

Las tres siguientes incluyen dificultades interesantes. Para empezar la que parte de Jerez de la Frontera y finaliza en Yunquera, cima malagueña inédita, de tercera categoría. Antes 4 puertos que pueden propiciar sorpresas. Después el pelotón llega a Córdoba, con el alto del 14% cerca de meta como aliciente. Y el sector andaluz se cierra con las etapas entre Úbeda y Cazorla, con final elevado y la trascendente entre Motril, en la costa, y Granada, tras superar El Purche y el Hazallanas en 2 ocasiones.

Galicia recibirá a La Vuelta con una propuesta montañosa, con puertos de escasa altitud, pero sin un metro llano, con una ascensión de 1a categoría al inicio de la etapa camino de Baiona. Le seguirá en Padrón una especie de clásica con cuatro dificultades puntuables, y le seguirán 2 jornadas con metas en alto: Cabeza de Manzaneda y Ancares, por la inédita vertiente leonesa, de 7,7 km, los últimos 5,5 km a una media del 12% de desnivel.

La etapa más larga de la Vuelta 24 será la decimocuarta y tendrá 199 km. Unirá las localidades leonesas de Villafranca del Bierzo y Villablino, y ésta dará paso a otra jornada clave. La segunda semana terminará con una dura etapa de montaña asturiana. Será un día con doble ascensión a La Colladiella y final en el terrible Cuitu Negru, un auténtico coloso que tiene sus kilómetros más duros tras superar la estación de Pajares, con rampas de hasta el 23%. Cita importante para los candidatos a la roja.

Roglic grita su triunfo en la cima de los Lagos de Covadonga, donde sentencia la Vuelta. Efe

Vuelven los Lagos de Covadonga

El pelotón descansará en Asturias antes del tramo decisivo, que iniciará la semana con la cita en un lugar sagrado del ciclismo español, los Lagos de Covadonga, que vuelven al menú de la Vuelta desde el triunfo de Roglic en 2021.

Dos etapas de teórica transición, darán paso a un último fin de semana que puede resultar revolucionario. El viernes 6 de septiembre etapa prácticamente llana, pero con final en el Alto de Moncalvillo, con los últimos kilómetros de pendiente de dos dígitos.

Un día después, la víspera de Madrid, etapa clave con siete puertos puntuables. Tras ascender el Puerto de Estacas de Trueba, la carrera entrará en territorio cántabro afrontando varias ascensiones antes de volver a Burgos por el Portillo de Lunada.

El juez final de la carrera será en el Picón Blanco. La crono de 12 km entre la Ciudad de Telefónica y Gran Vía 28, fijará la foto final. – DNA / Efe

Javier Guillén: “Será más dura que la anterior”

Director de la Vuelta. Javier Guillén comentó ayer: “El recorrido de este año es un paso más al deseo de internacionalización de la prueba con la salida de Lisboa, que ya vivió la experiencia en 1997. La montaña, la dureza y la batalla sin tregua caracterizan esta Vuelta. Creo que es más dura que la anterior. Los finales en alto ofrecen espectáculo. Con los corredores que tenemos actualmente es obligado poner recorridos exigentes”. Guillén destacó “el carácter explosivo de la última semana, con los Lagos de Covadonga, el Alto de Moncalvillo, el Picón Blanco y el final contrarreloj en Madrid”, que confía en que sea “cuando se decida la general”.