El lunes se cumplieron veinte años del debut como profesional de Pablo Hernán Fusto. En su primer partido en el Club Deportivo, ganó con Garrido a Marín y Juan Pablo (40-35). Es el origen de una de las mayores leyendas de la historia de la pala que, a sus 43 años, sigue al pie del cañón. Este viernes espera poder reaparecer en la Liga Kutxabank, tras causar baja en la pasada jornada por un distensión en el dorsal derecho. Fusto hace un recorrido por su excelsa carrera, jalonada por infinidad de txapelas, entre las que destacan las siete del Individual, un récord que comparte con Óscar Insausti.
¿Qué recuerda de aquel primer partido en el Deportivo en 2003?
Tengo el recuerdo de cuando entré al vestuario y vi que estaban poniendo la cinta en la pala Garrido y Juan Pablo, dos estrellas de la historia de la pelota. Estaba también Marín, que había ganado Mundiales y pensé: ¿Yo que hago aquí? Me entraron los nervios, pensaba que eso me iba a quedar grande. Además, era un jueves y había bastante público. Fue difícil comenzar el partido, era una mezcla de muchas ganas pero también de mucho temor de no dar la talla.
No tuvo que esperar mucho para ganar su primera txapela. Fue en 2005, haciendo dúo con Koldo Larrinaga ante Gaubeka-Galán. ¿Aquello supuso la confirmación de que podía lograr cosas grandes?
Sí. Llevaba poco tiempo, porque de enero a julio de 2004 estuve en Argentina. En agosto empecé a jugar de seguido en Bilbao y en febrero de 2005 gané el Campeonato de Euskadi. Ahí empecé a creerme que estaba al nivel y a ponerme objetivos más elevados.
Entre esos objetivos estaría ganar el Individual, algo que consiguió por primera vez en 2009.
Cierto. Me costó mucho lograrlo debido a mi gran carencia en el saque, que entonces, al jugar en frontón largo, como el del Deportivo, se notaba más. Había ganado el Ocho y Medio en 2006, pero en esa distancia el saque no era tan importante y se jugaba en la parcela de los delanteros, por lo que me sentía más cómodo. Para mí, que siempre me ha costado extender la pelota, jugar a toda la cancha se me hacía una tarea complicada. Llegué a la final del Individual en 2008 y Gaubeka me ganó bien, pero al año siguiente me tomé la revancha.
Efectivamente, Esteban Gaubeka, que le había derrotado en la final de 2008, fue su víctima en la de 2009. Ahí comenzó una rivalidad que ha sido histórica en la pala.
En realidad viene desde el principio. La primera final del Parejas ya fue contra él… Hemos jugado miles de partidos en contra, ha habido siempre el pique de ver quién ganaba, pero siempre nos hemos tenido muchísimo respeto mutuo. Ese pique sano nos ha hecho crecer mucho a los dos. El tener alguien enfrente que, a la mínima que bajases, te pasaba por encima nos ha ayudado.
"Gaubeka y yo hemos jugado miles de partidos en contra, ha habido siempre el pique de ver quién ganaba, pero siempre nos hemos tenido muchísimo respeto mutuo. Ese pique sano nos ha hecho crecer mucho a los dos"
Después de veinte años jugando contra él, ¿no se aburre?
Hay veces que le veo la cara en el frontón y le dijo: ¿Otra vez vos? (risas). No, nos alimentamos el uno al otro. Yo soy competitivo y él también. Veo que él no baja la guardia y eso me motiva para seguir, para intentar ganar cada torneo, cada partido de verano… Tenemos mucho pique, pero eso nos ha hecho bien a nosotros y a la pala en general.
En estos veinte años ha habido de todo: partidos buenos, regulares, malos… ¿Tiene alguno grabado del que se sienta más satisfecho?
A bote corrido se me viene a la cabeza la final del Individual de 2016, que jugué con el dedo corazón de la mano derecha roto contra Esteban. Me pincharon antes del partido para anestesiar el dedo y la sensación que tenía en la derecha era malísima, apenas tenía control, así que tuve que cubrirme mucho con la izquierda. Fue uno de mis mejores partidos, porque jugando mucho tiempo de zurda le gané por tres sets a cero a Gaubeka.
El último argentino en llegar a la pala profesional es Román Maldonado, vigente campeón de la Liga Kutxabank de parejas junto a Ibai Pérez. ¿Le ve para largo por aquí?
Sí, lo tiene todo para ser figura. Me veo muy identificado con él, me recuerda a cuando yo era joven. Tiene un estilo de juego parecido. También tiene mucha ilusión, buena envergadura, dos buenos brazos… Él y Dan Necol van a ser las figuras de la próxima época.
"Maldonado lo tiene todo para ser figura. Me veo muy identificado con él, me recuerda a cuando yo era joven"
Habla de Maldonado y del francés Necol como las nuevas estrellas. Usted tiene 43 años. ¿Tiene fecha de caducidad en la pala profesional?
Fecha exacta no, pero no tengo mucho tiempo más. Me siento bien, pero nunca se sabe. De momento tengo ganas y creo que estoy al nivel para ganar y para perder contra cualquiera. No puedo decir una fecha de caducidad, pero no creo que sean más de dos o tres años. Estoy muy contento con mi trayectoria. He superado con creces mis expectativas.