La fiesta de celebración de José Javier Zabaleta (Etxarren, 1991) fue en su pueblo. Se reunieron unos 80 para cenar. Hubo trikitixa y mucha alegría. “Estuvimos muy a gusto”, dice. “Siempre hay sitio para una txapela. O se lo haremos”, remacha.
Cuarta txapela del Parejas.
—Estoy muy contento. No soy de expresar mucho, pero en mi interior estoy feliz.
Empata a entorchados de la especialidad con Iñaxio Errandonea, Titín III y Fernando Goñi. Tiene a tiro a Julián Retegi, Antton Maiz y Juan Martínez de Irujo, con cinco.
—Son históricos. Es algo que me hace mucha ilusión. Es una pasada.
Además, todavía le queda carrera.
—Esperemos. Voy a cuidarme para estar el mayor tiempo posible y seguir peleando.
Está en una edad perfecta para estar al máximo nivel, ¿no?
—Me encuentro bien, joven. Cuando no tengo problemas físicos, estoy muy a gusto. En los entrenamientos estoy a pleno rendimiento. Espero aguantar así muchos años más.
En la semifinal de Bilbao manifestó dudas. ¡Cómo ha cambiado la película en una semana!
—Acabé con bastantes dudas. Un día después estuve con el masajista e hizo un trabajo enorme. Me sentí mucho mejor. Acerté al ir tan pronto, porque me vino bien. Descansé hasta el jueves, fui a la elección de material e hicimos un entrenamiento buenísimo. A la final fui tranquilo, con las sensaciones del jueves. Lo único que quería era seguir igual.
Ha comentado que ha sido el Parejas más difícil y duro para usted. Llama la atención habiendo ganado quince de los 18 encuentros.
—Se me ha hecho muy duro. Hemos logrado buenos resultados, pero ha habido detalles que me han mermado a la hora de preparar los partidos.
Aitor no tenía experiencia en el Parejas y había jugado pocos estelares. ¿Se imaginaba que podían llegar a ganar?
—Estaba seguro de que Elordi iba a responder. Llevaba mucho tiempo jugando bien y marcando diferencias en sus partidos. Hizo un enorme Cuatro y Medio, plantando cara a los mejores. Llegó motivado y de subidón.
“Aparte de la txapela, me llevo de este Campeonato de Parejas a un gran amigo como es Aitor, con el que no había coincidido mucho”
¿Qué le ha aportado a usted?
—Me ha venido bien. He pasado un Parejas complicado y siempre ha estado animándome. Que un compañero tenga esa iniciativa es positivo.
Elordi ha llegado para quedarse, pero su irrupción en el último año ha sido increíble.
—Incluso antes. Ya le digo que estaba marcando diferencias. Aspe tiene grandes delanteros y la empresa tiene que decidirse por cuatro. Esta oportunidad le ha llegado un poco tarde, pero ha dado el nivel.
Cuando hace el 12-18, un pelotazo atrás, realiza un gesto en el que se le dice: “Ya era hora”. ¿Qué sucedió?
—Me costó durante toda la final soltarle pelotazos de los que me gustan, de los que creo que es Zabaleta. Si no los saco, te frustras un poco y te enfadas. Mi compañero me dio un consejo y me ayudó. Me puse más tranquilo a la pelota y así fue como le di la vuelta.
Por contra, no cometió ni un solo error, aparte de algún resto de saque.
—Alguna escapada ya hubo que entró por los pelos.
¿El Zabaleta que viene es así: más seguro?
—Espero que queden Zabaletas brillantes para muchos partidos. Quiero que se vea una versión bonita y con pelotazos brillantes. Es de la manera que disfruto. Si llego a 22 en un partido en el que no me he colocado bien o no le he soltado a gusto, no me voy contento a casa.
Ganar solo no vale.
—En una final, sí. Hubiera firmado llegar a 22 el domingo en el Navarra Arena aún jugando mal.
¿Cuándo vio la final ganada?
—Hacia el tanto 20. Llevaba ya tres tantos en los que me estaba sintiendo mejor, dándole pelotazos de los que me gustan, limpios. También los contrarios agacharon un poco la cabeza.
Ha ganado el Parejas con Irujo y Ezkurdia, pero sus últimas dos txapelas son con Elezkano II y Elordi, otro tipo de pelotaris.
—Danel o Jaka son manistas más técnicos, pero Elordi ha demostrado que es un delantero muy fuerte. Le da mucho a la pelota y tiene un remate que, estando enchufado, es de número 1.
¿Qué significa la txapela?
—Es la que más me ha costado por los pequeños problemas físicos que no me han dejado preparar los partidos como yo quiero. Esta txapela vale ese esfuerzo.
Comparte equipo de trabajo físico con Iosu Eskiroz, que ha ganado el Parejas de Promoción, bajo la tutela de Iñaki Barbajero.
—Les he mandado un mensaje para decirles que son los mejores. Todos los resultados que estamos consiguiendo son una pasada. Armendariz ha ganado el Parejas de Nafarroa, Espinal viene de ser campeón del mundo, Luis Sánchez ha ganado dos Individuales de trinkete y Eskiroz y yo, campeones del Parejas.
Está feliz.
—Sin duda, pero sobre todo por la amistad que he hecho con Aitor. Vivimos lejos y en muchos entrenamientos no habíamos coincidido. Aparte de la txapela del Parejas, me llevo un buen amigo.