Después de la derrota del pasado sábado en el Labrit de Iruñea ante Laso-Imaz, Aitor Elordi y José Javier Zabaleta buscan la final del Campeonato de Parejas este domingo en el frontón Bizkaia ante Altuna III-Tolosa. Este martes se han encontrado con sus rivales en la elección de material, en la que no hubo problemas.

"Si hubiéramos ganado, habríamos tenido que hacer muchos tantos en el tercer partido, casi ganarlo. Estaríamos en una situación parecida”

José Javier Zabaleta

Si los precedentes sirven para algo, cabe recordar que ambas combinaciones se encontraron en el mismo escenario el 15 de enero. Ganaron los guipuzcoanos 22-21 en una cita en la que Elordi acabó con la zurda dañada. Altuna III-Tolosa, además, se han llevado los otros dos partidos que del Parejas que han disputado en Bilbao. Pleno en el Bizkaia. “Esperamos un encuentro duro”, augura Zabaleta. El de Etxarren es consciente de que la derrota ante Laso-Imaz no cambia nada en su largo caminar. “Fíjese, si hubiéramos ganado, habríamos tenido que hacer muchos tantos en el tercer partido, casi ganarlo. Estaríamos en una situación parecida”, asevera el elegante manista de Sakana. Tras la liturgia hicieron un entrenamiento exigente junto a Víctor Esteban y Xabier Erostarbe con el objetivo de ganar “confianza” para la dura prueba del domingo

“Jokin en los últimos partidos no ha asumido tantos riesgos, pero mueve a los rivales. Siempre que está enfrente es un partido difícil”, disecciona Zabaleta, quien añade que “Altuna se trae bien estudiado de casa a los rivales y es consciente de cómo jugarles. Se ha visto todo el Parejas. Sabe cómo incomodar”. La receta: “No complicarnos la vida y hacer lo nuestro”. Cuando Elordi y José Javier funcionan, se convierten una apisonadora sin piedad. 

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La mentalidad es la de siempre: “Cargar atrás y rematar”, manifiesta Elordi. El vizcaino estuvo desdibujado el sábado en el Labrit, pero aspira a llegar a su primera final en su primer Parejas. “Si me lo cuentan hace un año, lo firmo”, analiza el mallabitarra, quien remacha que “estamos preparados para lo peor” como mantra para construir un nuevo horizonte competitivo, pues hasta el momento no les había tocado jugar en el filo. “Mentiría si dijera que no se siente más tensión y presión en una liguilla de semifinales”, concluye el vizcaino. La espada de Damocles pende del techo del Bizkaia. El Parejas es una guillotina que se alimenta de coronas.