Unai Laso es un pelotari diferente. Vive en el filo. En la honestidad de un solo leitmotiv: el ataque, la dentellada, el paso adelante. Un dogma: la agresividad. Y encima: la espada de Damocles. El que no arriesga no gana. Alfa y omega. La dicotomía de la moneda al aire y la ansiedad del juego, ese picor de estómago, el runrún de los pitbulls bajo la piel. Toda cara tiene su cruz. Hagan juego. Funambulista sin red. Es diferente y, por ello, atractivo. Su camino está asfaltado de baldosas amarillas sobre el delgado canto de un cristal de Bohemia. 

Laso obró este domingo una resurrección en base a su hambrienta propuesta. Sabor a metal en la boca. Iosu Eskiroz, suplente de Ander Imaz, comenzó incómodo ante un Julen Martija dominador y se imbuyó del espíritu contestatario del campeón Manomanista. Los de Baiko, en un partido intrascendente y con más emoción que brillo, levantaron un 6-16 para acabar la liguilla de cuartos de final con su séptimo punto en el zurrón. Laso iba a acabar cuartos en la tabla, pasase lo que pasase, pero al menos se despide con una bonita remontada y un triunfo para tomar oxígeno de cara al play-off.

En el bando contrario, Joseba Ezkurdia y Martija perdieron gasolina cuando todo apuntaba a que iban a poner un poquito de azúcar a un campeonato lleno de zozobra. Aunque apuraron el chupito de la emoción hasta la pasada jornada, su campeonato ha sido demasiado frágil. En el Astelena vivieron otro síntoma de esa debilidad. Pese a tener todo a favor, acabaron naufragando por enésima vez. Ya estaban eliminados. Es el momento de empezar a poner otros objetivos. 

A partir de la igualada en el cuarto cartón, llegó el estruendo de los de Aspe. Ezkurdia se impulsó en el saque, Eskiroz sufrió y Martija llegó a meter un rebote. Tacada de siete tantos y al primer descanso largo (4-12). Laso no encontró el camino. Laborioso, como siempre, se estrelló. Un buruzgain de dinamitero cambió el saque, pero no la tendencia. Los azules se fueron hasta el 6-16. Y entonces la sonrisa de Sakana se truncó. No hubo propósito de enmienda. Un fallo de Joseba en la volea abrió el camino. Dos remates seguidos de Unai estabilizaron a los de Baiko. Eskiroz creció. Tembleque de piernas. Para más inri, Ezkurdia cometió dos errores y Laso se apuntó un saque. Se venía la reacción. El 12-17 fue una apertura del campeón del Cuatro y Medio y el último tanto hecho en su cuenta

Los colorados empataron en el 17. Dos errores de Laso y un saque pusieron el 17-20. Unai diseñó un gancho, dos parada al txoko y un voleón. 21-20. Un error de Martija cerró la liguilla de cuartos del Parejas.