La ACB sigue necesitada de reclamos mediáticos que mantengan intacto el prestigio de la competición y en este sentido se encuentra de enhorabuena de cara a esta temporada 2022-23. Si hace dos campañas la llegada de Pau Gasol al Barcelona supuso un pequeño soplo de aire fresco con el fin de dar impulso a la competición, en esta ocasión es su hermano Marc quien volverá a codearse al más alto nivel a sus 37 años con un recién ascendido como el Basquet Girona. Y todo ello después de que la Asamblea aprobase semanas atrás por unanimidad que pueda compatibilizar sus dos cargos.

No en vano, Gasol será el primer presidente-jugador de la ACB, un hecho insólito en la historia de la competición ya que hasta ahora una norma de los estatutos lo impedía. El pívot catalán debutará este miércoles ante el Real Madrid en Fontajau después de que fuese dado de alta en el día de ayer. Tras haber hecho la pretemporada con el equipo dirigido por Aíto García Reneses, su primer desafío será descomunal ante Tavares, Poirier, Yabusele y compañía.

Pese a que el inexorable paso de los años le ha hecho perder por razones obvias frescura a nivel físico, carece del poderío de antaño y ya no está en condiciones de medirse de tú a tú a los grandes pívots de Europa, no cabe duda de que Marc es un gancho indiscutible a la hora de que todas las canchas de la ACB se pueblen de aficionados.

Casi tres lustros después, transcurridos ya más de 5.200 días desde que disputase su último encuentro un 20 de mayo de 2008, regresa al primer plano un poste que ha hecho historia tanto en la NBA –un anillo con los Raptors de Toronto– como en la selección española con, entre otros éxitos, dos oros mundiales en 2006 y 2019. Nadie mejor que un viejo zorro de los banquillos como Aíto García Reneses para que el mediano de los Gasol, con la tranquilidad de jugar tan solo un partido por semana, merodee las dobles figuras en cada partido.

Tras su exitoso cuatrienio en el Alba Berlín y el posterior año sabático para recargar las pilas, la vuelta del veterano madrileño es otro de los grandes alicientes del ejercicio. A sus 75 años, todavía tiene cuerda para rato este inagotable técnico que superó el millar de partidos en los banquilos en la ACB durante la campaña 2013-14 (1.077 en total). Aíto ha dirigido en el baloncesto español al Barcelona (14 temporadas), la Penya (7), al Unicaja Málaga (3), al Sevilla (2) y al Gran Canaria (2).

Para este ejercicio también destaca sobremanera el regreso de otros rostros conocidos. El Real Madrid ha repatriado, por ejemplo, al ‘Chacho’ Rodríguez, un veterano del Vietnam que ha pasado los últimos años a caballo entre Moscú y Milán. Por su parte, el Barcelona ha hecho lo propio con otro base, el checo Tomas Satoransky, que abandonó la ACB hace seis años en busca de su sueño americano. Quien pondrá el morbo en los clásicos será Mario Hezonja, una incorporación para Chus Mateo cargada de polémica y que se puede llegar a considerar una traición, ya que hace cuatro años el exterior croata prometió amor eterno a la entidad blaugrana.

Otras incorporaciones que pueden dar que hablar en los próximos meses, además de los baskonistas Markus Howard, Darius Thompson, Maik Kotsar y Daulton Hommes, son el triplista Kyle Guy, nuevo anotador del Joventut procedente de la Liga de Desarrollo estadounidense, Dragan Bender (Obradoiro), Kendrick Perry (Unicaja), Howard Sant- Roos (Zaragoza) o los estadounidenses Jared Harper y Chris Jones, reclutados por el Valencia Basket.