La guinda del juego interior del Cazoo Baskonia para la próxima temporada será Maik Kotsar. El zurdo estonio, una de las sensaciones del pasado ejercicio en las filas del Hamburgo Towers de la liga alemana, se ha convertido en nuevo jugador azulgrana para las dos próximas temporadas. En concreto, será el complemento de Steven Enoch y Matt Costello para una cuerda interior que el pasado curso estuvo en entredicho desde un primer instante tras la fallida apuesta por Landry Nnoko y la tardía llegada a Vitoria de Yanni Wetzell, cortado semanas atrás.

Kotsar, un 'cinco' de 25 años y 2,11 metros de altura, constituía un viejo anhelo de la dirección deportiva baskonista desde la pasada temporada. De hecho, el club alavés ya intentó su fichaje a mitad de la misma pero resultó imposible acometer su llegada dado que su anterior equipo no puso facilidades y exigía un traspaso para liberarle. Ahora estaba libre ya que finalizó su contrato el pasado 30 de junio y su incorporación sí ha sido posible tras unas semanas donde otras opciones no han convencido, bien por las limitaciones económicas bien por las dudas a nivel deportivo.

Al tener las dos plazas de extracomunitario gastadas en Markus Howard y Daulton Hommes, el Baskonia estaba escudriñando el mercado comunitario en busca de esa pieza que perfilara una 'pintura' huérfana de músculo y kilos. Finalmente ha apostado por un jugador con mucho margen de crecimiento que en las dos últimas campañas ha dejado muy buenas sensaciones en la BBL alemana a las órdenes del reputado técnico cordobés Pedro Calles.

Sus grandes números en la competición doméstica (14,2 puntos, 7,6 rebotes y 15,7 de valoración) y la Eurocopa (13,4 puntos, 6,6 rebotes y 17,2 de valoración) le avalan como un interior interesante que, eso sí, pasará a partir de ahora una reválida mucho más exigente en el Buesa Arena. No en vano, todavía no es un jugador consagrado al más alto nivel ni ha competido nunca en un torneo de caza mayor como la Euroliga. Un peaje asumido por el Baskonia en un mercado estival donde, apreciados sus movimientos hasta ahora, las limitaciones económicas le están impidiendo acceder a jugadores más contrastados.

Formado en USA desde el High School, donde jugó en muchos partidos como 'cuatro' con los South Carolina Gamecocks, Kotsar ha empezado a reconvertirse en los últimos tiempos en un 'cinco' puro con una zona de influencia muy marcada. El báltico, que no fue escogido en el draft de 2020, destaca por su agilidad de movimientos, su habilidad en las situaciones de 'pick and roll' y sus variados recursos ofensivos. Siempre acostumbra a ocupar mucho espacio dentro de la zona, fijando a sus rivales y sabiendo incluso doblar el balón si es pertinente.

A priori, tiene características diferentes a lo que había actualmente en el Baskonia, ya que apenas pisa la línea de 6,75 y no suele prodigarse desde la larga distancia. Un hecho que puede favorecer la labor de los tiradores ante la posibilidad de que las defensas se cierren sobre él cuando reciba en el poste bajo.

El estonio, compañero de Sander Raieste en la selección báltica que disputa este verano las ventanas FIBA, ocupa mucho espacio en la zona gracias a un físico importante (más de 120 kilos de peso) y no rehúye el juego de espaldas al aro utilizando ambas manos para finalizar las jugadas.

En el lado negativo de la balanza, figura el hecho de que Kotsar no es un gran taponador ni un intimidador de primer nivel, por lo que la debilidad acreditada el pasado curso ante determinados rivales puede mantenerse intacta. En definitiva, otro jugador con aroma a apuesta que deberá ser moldeado por Joan Peñarroya para brindar la solidez soñada a una cuerda interior completamente perfilada. Y es que, a estas alturas del mes de julio, se antoja ya muy complicado que alguna franquicia de la NBA llame a la puerta de Enoch, con un año más de contrato garantizado en Vitoria.

El técnico catalán aún espera novedades en forma de fichajes antes de que se cierre la plantilla. Además de Darius Thompson, por el que el Lokomotiv Kuban exige un traspaso para liberarle de su segundo año de contrato en Krasnodar, el Baskonia todavía necesita una pieza más en un perímetro donde la desvinculación de Marinkovic no termina aún de oficializarse. Además, resta la incógnita del cuarto jugador de formación que apunta a ser uno de los canteranos (Savkov o Hanzlik).