REAL MADRID Courtois; Lucas Vázquez, Vallejo, Casemiro (Isco, min. 60), Marcelo; Camavinga (Gila, min. 75), Ceballos, Modric (Kroos, min. 60); Marco Asensio, Rodrygo (Vinícius, min. 75) y Mariano (Benzema, min. 60).

ESPANYOL Diego López; Aleix Vidal, Sergi Gómez, Cabrera, Calero (David López, min. 83); Yangel Herrera (Mérida, min. 77), Darder; Vilhena (Didac, min. 65), Melendo (Morlanes, min. 65), Puado; y Raúl de Tomás (Wu Lei, min. 65).

Goles 1-0, min. 33: Rodrygo; 2-0, min. 43: Rodrygo; 3-0, min. 55: Marco Asensio; 4-0, min. 81: Benzema.

Árbitro José Luis Munuera Montero (Colegio Andaluz). Amonestó a Mariano y Casemiro.

Estadio Santiago Bernabéu ante 58.686 espectadores.

- El Real Madrid sentenció su trigésimo quinta Liga exhibiendo superioridad, goleando a un blando Espanyol (4-0), con doblete de Rodrygo, goles de Marco Asensio y Karim Benzema, en un impulso moral previo a un nuevo intento de remontada europea, en un Santiago Bernabéu vestido de fiesta antes de recuperar el misticismo.

La superioridad mostrada por el Real Madrid en LaLiga no merecía despistes innecesarios ni cambios de fecha a un alirón temprano. Carlo Ancelotti firmó el objetivo de su regreso, vencedor de las cinco grandes Ligas. Campeón con cuatro jornadas por disputarse. Dominador absoluto de una Liga en la que no encontró rival que le aguantase el ritmo. El Barça dimitió pronto, el Atlético de Madrid, que defendía corona, dejó de ser fiable y al Sevilla le faltó, un año más, ese paso clave para creérselo y pelear hasta el final.

El panorama, con el Manchester City a la vuelta de la esquina, se prestó a las rotaciones masivas de Ancelotti. A la vuelta de semifinales debe llegar con el descanso que no se puede permitir un rival que se juega la Premier. Tan solo tres titulares, quizás cuatro tras la exhibición de Rodrygo, jugaron de inicio, con Courtois en portería, el regreso de Casemiro de central por los problemas defensivos y la presencia sorprendente de Luka Modric.

La celebración del título se inicio en la grada antes de acudir a La Cibeles mientras en el césped el objetivo madridista fue que el tiempo pasase rápido con el menor desgaste posible. Crecía la figura de Dani Ceballos, que ha demostrado que tiene capacidad suficiente para tener un protagonismo mayor, y en el regreso de Raúl De Tomás, que nunca había jugado en el Bernabéu contra el equipo que le formó.

Al ritmo del potente Camavinga y con calidad en la definición de Asensio, el Real Madrid ensanchó su ventaja. Con tiempo para las habituales paradas salvadoras de Courtois, que volvió a dejar su puerta a cero tras cuatro encuentros encajando.

A la hora sentó Ancelotti a Modric y Casemiro, y dio minutos, a toda vista innecesarios con el riesgo de alguna lesión en un esfuerzo, a Benzema, Kroos y posteriormente Vinícius. Porque cuando Karim, en plena racha goleadora, salta al césped, no mide esfuerzos. Salvó en un sprint un balón que acabó en clara ocasión de Lucas, regaló un gol posteriormente anulado a Isco y, como no podía ser de otra manera, marcó a pase de Vini su tanto 42 en 42 encuentros. El gran protagonista de una Liga en la que el Real Madrid exhibió autoridad.