El corredor de ultra trail Gonzalo Pérez, trabajador de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, ha madrugado hoy más de la cuenta para llegar a Saint Jean de Pied de Port (Francia).
Es la primera etapa de los 800 kilómetros que se ha propuesto recorrer en 16 días, y que apadrina, entre otros, este periódico, pero llueva, truene o granice, se ha propuesto completar sí o sí el itinerario galo del Camino de Santiago con dos objetivos: visibilizar la enfermedad rara de la ataxia telangiectasia y recaudar fondos a beneficio de su asociación alavesa, Aefat. "Estoy muy nervioso, pero con ganas de arrancar ya porque han sido dos meses de hacer un montón de cosas, como la reserva de albergues o búsqueda de padrinos", explicaba unas horas antes de empezarlo.
Sigue a Gonzalo a través de este link en su primera etapa del Camino de Santiago.
Aunque ya lleva unos cuantos retos, ¿se ha preparado para este de alguna manera especial?
-No he tenido una preparación diferente porque ya estoy habituado a correr por monte, pero sí que es verdad que no he metido tanto desnivel porque el Camino es más llano. Lo que sí que he hecho son entrenamientos de más larga duración.
¿Cuál es su mayor sueño para este reto solidario?
-Que sirva para dar mayor visibilidad a la ataxia, para que la gente conozca, y que el que pueda donarlo, lo haga. Llegar a Santiago, llegaré, pero lo importante son ellos.
¿Su familia no le ha dicho eso de por qué se mete en este lío y otra vez, teniendo en cuenta que no es el primer reto que se propone?
-No, mi familia lo que me dice es que ya era hora de que me metiera en estos líos. Llevo corriendo desde 2010 y por monte desde 2014, pero nunca le había dado un sentido solidario a lo que hacía hasta que empecé a hacer retos solidarios. Sí que es verdad que tengo a la familia un poco asustada porque son muchos kilómetros y muchas horas solo, pero tanto mi hija como mi mujer están superorgullosas de lo que hago.
¿Por qué eligió hacerlo en el Camino de Santiago y por el tramo francés? ¿Lo había hecho antes?
-Con el Camino llevaba mucho tiempo en la cabeza: buscando información por internet, comprando libros... Y respecto a que sea el Camino francés, porque ya que voy solo, elegí el tramo que más infraestructuras tuviera, como albergues. Nunca lo había hecho antes.
La primera etapa es Saint Jean de Pied de Port (Francia). ¿Cómo llegará hasta allí?
-Me llevará un amigo al que he engañado (risas).
Un buen amigo, entonces.
-Sí, un buen amigo, David, que me llevará hasta la salida. Saldremos de casa sobre las seis de la mañana para intentar estar allí sobre las 9.00-9.30 horas. El primer día no voy a hacer una etapa doble, porque al ser 31 etapas y en 16 días, me salían impares. Haré con otro amigo, Roberto, los 24 kilómetros que nos separan de Roncesvalles y luego él cogerá el coche y se irá.
¿Y el segundo día?
-Viene una amiga de Pamplona, que coincide que por ser domingo tiene facilidad para hacerlo, así que voy con ella de Roncesvalles, donde la acercará su marido, a Pamplona. Y a partir de allí, es la soledad, aunque creo que mi hermano pequeño va a venir algún día con la bici, pero el 80% del Camino voy a ir solo.
Irá solo, pero lo que sí que va a llevar es su mochila inseparable. ¿Qué se puede meter en ella para resistir 16 días?
-Pues lo menos posible (risas) para que pese menos, sobre todo porque voy a ir a corriendo.
¿Va a correr los 800 kilómetros?
-Voy a intentar correr lo máximo que pueda porque no puedo llegar a las 20.00 horas. Quiero descansar y escribir una crónica diaria. La idea es mitad de la etapa correr y la otra andar para que sean de seis horas.
¿Qué etapa va a ser la más dura?
-Me da mucho miedo el segundo fin de semana, en el que estoy por Carrión de los Condes (Palencia) porque son etapas muy llanas y que de pueblo a pueblo tienes kilometrada y hay solo trigales de lado a lado.
¿No le da miedo el tiempo, teniendo en cuenta la racha que llevamos de calimas y fuertes vientos?
-El tiempo es una cosa que no puedo planear. Lo único que me da miedo es que salgan tres o cuatro días seguidos lloviendo.
¿Qué pasaría si, por ejemplo, un día acaba tan reventado que las fuerzas no le responden?
-Pues que hay que salir al día siguiente. Eso no es una opción. Si llego un día muy cansado, me pongo las fotos de los chavales (de Aefat) y ya tengo fuerzas para el día siguiente. Si ellos pueden hacer una maratón en silla de ruedas, ¿no voy a poder salir yo al día siguiente?
Aunque es un chicarrón del norte, ¿no le asusta hacer el Camino solo, teniendo en cuenta los casos de robos y hasta desapariciones que ha habido?
-Pero entonces no saldríamos de casa y no me iría al monte solo. Sí que es verdad que esta parte del Camino es la más transitada.
¿Puede ser su mente su peor enemigo, tanto tiempo solo?
-Por supuesto. Lo que hay que hacer es intentar tenerla ocupada.
¿Se va a llevar música para hacerlo más ameno? ¿Qué va a sonar?
-Va a sonar mucho Maroon 5, que me encanta, y mucha playlist de los 90, de cuando yo era joven, y En Tol Sarmiento, que le gusta a mi hija, La Pegatina...
¿Cuántos fondos espera reunir y cuánto ha logrado ya, entre las donaciones de particulares, a través del reto publicado en la plataforma de recaudación de fondos (https://www.migranodearena.org/reto/un-camino-poraefat), y empresas solidarias que apadrinen cada etapa del reto a partir de 100 euros?
-Están ya las 16 etapas apadrinadas fue todo muy rápido y como ha habido empresas que han puesto más de 100 euros, les he dado un par de etapas. En el crowdfunding, llevamos 1.100 euros y eso espero que suba durante todo el Camino, también he puesto a la venta camisetas, y con eso ya llevo otros mil euros, así que en total, son 4.500 euros recaudados. Me gustaría llegar a los 6.000. Hicimos también un evento en Altafit, y se han portado genial porque aparte de apadrinar dos etapas, montaron un spinning solidario con DJ en directo. Estuvimos unos cuarenta e hicimos una charla previa con el presidente de Aefat.
¿Será este su último reto?
-No, está claro que no. Ya tengo pensado algo para el año que viene, más por Euskadi. Mi colaboración con Aefat no se acaba aquí.