POLONIA Zembrzycki; Moryto (6,1p), Daszek (5), Olejniczak, Przytula (5), Krajewski (2) y Gebala (1) -siete inicial-; Walach (ps), Jedraszczyk (5), Walczak, Czuwara, Pilitowski, Syprzak (1), Przybylski, Dawydzik (2) y Chrapkowski.
ESPAÑA Corrales; Solé (4,1p), Maqueda (2), Gedeón Guardiola, Peciña, Sánchez-Migallón y Ángel Fernández (3) -siete inicial-; Pérez de Vargas (ps), Gurbindo (1), Sarmiento (1), Figueras (3), Cañellas (3), Casado (4), Aleix Gómez (4,1p), Ariño y Tarrafeta (3).
Marcador cada cinco minutos 1-2, 2-6, 6-8, 8-10, 11-12 y 13-14 (descanso); 14-16, 17-20, 21-23, 23-25, 25-27 y 27-28 (final).
Árbitros Lah y Sok (Eslovenia). Excluyeron dos minutos a Krajewski por Polonia.
Pabellón Ondrej Nepela Arena de Bratislava.
- España peleará por sexta ocasión consecutiva por las medallas en un Campeonato de Europa, tras certificar ayer su clasificación para las semifinales del Europeo de Hungría y Eslovaquia al imponerse por 27-28 a Polonia gracias a dos sensacionales paradas del portero Rodrigo Corrales en los últimos segundos. La portería española no había funcionado en toda la segunda mitad -Corrales y Pérez de Vargas tenían un cero en su casillero de paradas-, hasta que llegó el último minuto.
A falta de 40 segundos para la conclusión, el meta gallego evidenció sus increíbles reflejos con una sensacional parada al extremo polaco Arkadiusz Moryto, que hasta entonces sólo había fallado un lanzamiento, y evitó el empate. Pero el balón llegó rechazado al extremo contrario, donde Jan Czuwara se topó de nuevo con un agigantado Rodrigo Corrales quien, con una nueva intervención, rubricó el triunfo el equipo español.
Una victoria que los de Jordi Ribera parecieron salir dispuestos a lograr por la vía rápida gracias a un excepcional trabajo defensivo.
Liderados por Gedeón Guardiola e Iñaki Peciña, no sólo lograron limitar la capacidad de lanzamiento exterior del conjunto polaco, mermado por la ausencia de Szymon Sicko, sino que además obligaron a arriesgados pases que propiciaron numerosas pérdidas de balón. Hasta cuatro balones recuperó el equipo español en los primeros nueve minutos de juego, lo que le permitió sacar a relucir su veloz juego de contraataque para situarse con una ventaja de cuatro tantos (2-6).
Polonia, aprovechándose de las carencias en el ataque estático de España, logró igualar el choque (8-8) tras un parcial de 6-2. La aparición de la defensa al rescate de la situación permitió a los Hispanos irse con ventaja al descanso (13-14).
En la segunda mitad, Agustín Casado dotó a España de la fluidez en el ataque, mientras que la defensa se convirtió en la asignatura pendiente al ser incapaz de frenar a Jedraszczyk y menos a Michal Daszek.
Eso hizo que, a falta de 13 minutos, la renta volviese a ser mínima (23-24), lo que obligaba a los de Ribera a empezar de nuevo. Surgió entonces la figura de Cañellas, quien asumió la responsabilidad ofensiva. También la de Ángel Fernández, combinación que agrandó la ventaja de nuevo a falta de cuatro minutos (25-28).
Nada estaba resuelto. Polonia no se jugaba nada, pero siguió presionando a España, que sólo pudo respirar con las dos paradas de Corrales que le otorgaron el triunfo y la clasificación para semifinales.