El Gobierno vasco ha defendido este jueves el operativo policial desplegado anoche en torno al estadio de Anoeta, que no impidió que el autobús del Atlético de Madrid fuera atacado y que ha sido criticado por varios sindicatos de la Ertzaintza y por el club colchonero, "indignado" con las explicaciones del Ejecutivo autonómico.
El autocar del Atlético fue recibido en Anoeta, donde el equipo disputó los octavos de final de la Copa del Rey ante la Real Sociedad, con una lluvia de objetos contundentes lanzados por aficionados radicales del club donostiarra, que también arremetieron contra furgonetas de la Ertzaintza, que cargó con material antidisturbios.
La actuación de la Ertzaintza fue criticada, en primer lugar, por el entrenador del Atlético, Diego Pablo Simeone, quien aseguró que el convoy no contó con protección.
Sin embargo, el consejero vasco de Seguridad, Josu Erkoreka, ha asegurado hoy, en una entrevista en ETB-1, que la Ertzaintza estuvo presente "desde el principio" y que no se llevó a cabo una actuación de mayor intensidad "porque no fue necesaria". Ha tachado de "lamentable" la recepción al autocar del Atlético, en la que ha admitido que hubo "ataques e insultos".
El consejero ha indicado que se produjeron daños materiales, "sobre todo en furgonetas de la Ertzaintza y en el mobiliario público", sin hacer mención a los daños que presentaba el autobús del Atlético de Madrid.
Fuentes del Departamento de Seguridad han explicado que la Ertzaintza montó un dispositivo "diseñado, planificado y preparado" para hacer frente a esa situación.
Sin embargo, los sindicatos de la Ertzaintza Erne y Sipe han criticado el dispositivo, que han considerado insuficiente para actuar en un partido de riesgo como es un Real Sociedad-Atlético de Madrid.
Erne ha manifestado su condena de los altercados registrados, unos actos "intolerables que deben ser investigados has identificar y detener a sus autores".
Este sindicato considera, además, que "en un evento en el que eran previsibles incidentes ha quedado nuevamente reflejada la incompetencia de quienes dirigen este departamento".
Esta central ha denunciado la "delicada situación que está viviendo la Ertzaintza", debido a la "nula planificación y previsión para este tipo de eventos, la escasez de materiales y de personal", lo que, a su juicio, acabará "derivando en graves consecuencias".
Las explicaciones de Erkoreka han indignado al Atlético de Madrid, que sostiene no hubo presencia ni protección policial durante el ataque de los aficionados a los dos autobuses que formaban la expedición del conjunto rojiblanco, con tres lunas rotas, en su camino hacia el Reale Arena, más allá de una furgoneta de la Ertzaintza que encabezaba el convoy y que instó al conductor a seguir hacia adelante a pesar de la avalancha de seguidores a ambos lados.