- Solo se necesitó una etapa larga y el Dakar saltó por los aires. La organización planteó una trampa de navegación en la segunda especial de esta edición y los favoritos cayeron uno tras otro. En coches solo Nasser Al Attiyah, que sigue como líder firme, y Sebastien Loeb salieron bien parados. Carlos Sainz se dejó más de dos horas en el desierto saudí y Stephane Peterhansel dijo adiós a sus opciones al romper el eje trasero de su vehículo. Duro golpe para Audi, que llegó con la intención de revolucionar la prueba con sus coches híbridos y en la primera prueba seria perdió a dos de sus principales representantes. Asimismo, en la categoría de motos, Daniel Sanders repitió victoria y demuestra que su triunfo del primer día con la Gas Gas no fue casualidad. El austriaco no solo fue a gran velocidad, también demostró grandes dotes de conducción para superar la trampa planteada.
Esta situación creó malestar entre los pilotos y Sainz no dudó en criticar a la organización: “Si el Dakar quiere hacerlo así y que el segundo día de carrera pase lo que ha pasado, es una pena. ¿Cuánta gente se ha perdido ahí? O somos muy tontos todos o en fin. Estoy muy decepcionado”. Más contentos finalizaron el día Al Attiyah y Sebastien Loeb. El catarí encontró el camino a la primera y Loeb, que iba justo detrás, no dudó en seguirle tomando una decisión que le acerca mucho al podio del Dakar. Fueron los grandes triunfadores del día en una especial que dejó por el camino a muchos favoritos en todas las categorías.
En la categoría de clásicos, los cuatro coches con representantes vascos consiguieron sobrevivir al laberinto del día y el mejor clasificado fue el Toyota de Antonio Campos y Miguel Ángel Muiños, que actualmente ocupa el decimotercer puesto en la general.
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