- Al final, las aspiraciones de medalla de Garbiñe Muguruza y Paula Badosa se deshicieron en el horno en que se han convertido las pistas de Ariake y en los horarios poco cabales a los que se están disputando los partidos. La tenista de Caracas cayó en cuartos de final ante Elena Rybakina, número 20 de mundo que este año llegó a octavos en Wimbledon y a cuartos en Roland Garros, aunque perdió ante Muguruza en Berlín. La kazaja sacó el máximo provecho de su gran virtud, que es el saque, y con ello tomó la iniciativa de los puntos, que es lo que le gusta. Después de un primer set igualado, la vasco-venezolana lo cedió al servicio y ya no pudo rehacerse: 7-5 y 6-1.

Después, reconoció que acusó el desgaste físico de todos estos días, con poco descenso entre partidos, y también el emocional, y aunque se marchará de Tokio con un diploma olímpico, consideró que “en unos Juegos si no sacas medalla todo lo demás no sirve para nada. Creo que he jugado bien en el torneo, pero hoy mi rival ha sido mejor. Físicamente, no he estado a la altura. He tenido pocas oportunidades y no las he podido aprovechar”.

Peor le fue a Badosa, que vio truncado su excelente torneo por un golpe de calor que, tras ceder el primer set, le hizo abandonar su partido ante la checa Marketa Vondrousova en silla de ruedas y totalmente vacía de energía. “Siento haber terminado así”, lamentó la catalana, que tuvo que borrarse del torneo de dobles mixtos que iba a jugar con Pablo Carreño.

Así, las semifinales femeninas que se disputan hoy serán Bencic-Rybakina y Svitolina-Vondrousova, con lo que se ahonda en la igualdad del circuito: en los tres Grand Slams y los Juegos ha habido 16 semifinalistas distintas, nadie ha repetido.

En el torneo masculino, también Alejandro Davidovich vio truncadas sus esperanzas, aunque en su caso se esperaba, ya que Novak Djokovic fue superior. Por su parte, Carreño busca hoy las semifinales ante el ruso Daniil Medvedev, segundo cabeza de serie y uno de los que más se ha quejado por las duras condiciones de juego. Hoy los partidos empezarán más tarde, a las tres de la tarde de Tokio para evitar las horas de más calor, lo que supone un agravio comparativo para quienes ya están fuera y se han dejado muchas fuerzas en luchar contra los elementos y el inmovilismo de la ITF.