Duración: 56:01 minutos de juego.

Saques: 3 de Urrutikoetxea (tantos 7, 8 y 20) y 3 de Jaka (tantos 7, 9 y 16).

Faltas de saque: Ninguna.

Pelotazos: 384 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 9 de Urrutikoetxea, 7 de Jaka y 2 de Tolosa.

Errores: 3 de Urrutikoetxea, 2 de Martija, 5 de Jaka y 4 de Tolosa.

Marcador: 1-0, 1-1, 1-2, 2-2, 3-2, 3-3, 4-3, 5-3, 5-4, 8-4, 8-5, 9-5, 9-9, 9-10, 10-10, 10-12, 12-12, 15-12, 15-15, 15-16, 16-16, 16-17, 17-17 y 22-17.

Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada de la liguilla de cuartos de final del Masters CaixaBank de la LEP.M disputado en el frontón Artepe de Gatika. 120 espectadores. En el primer partido, Darío-Erostarbe ganaron a Alberdi-Larunbe (22-18).

- La solidez también es un valor por cultivar. Y Julen Martija tiene un jardín florido. Es un zaguero solvente, de garantías, capaz de sujetar cualquier partido. Tiene las manos duras del estibador y el alma soviética. Al zaguero de Etxeberri le va el cemento. De su virtud nació ayer la oportunidad de Mikel Urrutikoetxea, que resolvió el envite que cerraba la segunda jornada del Masters en el frontón Artepe de Gatika con un puñado de remates que desnortaron el choque en el tramo final, al que se llegó con un 17 iguales y un ramillete de abrazos en el luminoso. Además, el zaratamoztarra aguó el regreso de Erik Jaka a las canchas después de dos meses y medio en el dique seco por una pericarditis. El delantero de Lizartza, no obstante, estuvo activo y seguro de sí mismo, aunque no esbozó la efusividad rematadora de otras tardes. Es normal, necesita tiempo de blanco. Y es que, de las diez semanas sin competir, tuvo que estar seis de ellas completamente parado por prescripción médica, cuestión que, sin duda, afecta al rendimiento inicial. Xabier Tolosa, la novedad de Aspe para el presente torneo veraniego, rayó a buen nivel: apenas perdió pelota y cruzó dos derechazos buenos fueron tanto. Sin embargo, su actuación no fue suficiente para el triunfo. Todo ello, aderezado con una cancha complicada, en la que el cuero hace extraños. Incluso, un par de pelotas se quedaron cortas al botar en las irregularidades del suelo. Con el resultado de ayer, ambas combinaciones se quedan en mitad de la tabla clasificatoria con un punto.

En un contexto complicado, la alegría rematadora quedó eclipsada por un inicio trabajado. El primer tanto de Jaka fue el 5-4, una apertura profunda que acabó en la grada; mientras que el de Urrutikoetxea fue el 6-4, un gancho. Costó a los delanteros acomodarse y se notó. Dos saques del puntillero vizcaino abrieron la primera brecha (8-4). Entretanto, Martija, un pelotari que no revienta frontones pero que tiene una txapela del Parejas lograda a base de trabajo y talento, se esforzó en dotar de continuidad el juego.

Jaka respondió con un gancho lejano. Inició las hostilidades la combinación azul para igualar en el noveno cartón. Erik, entonado, acumuló dos saques, un pelotazo atrás, una parada al txoko y un saque-remate para ponerse 10-12. El paso por el descanso largo despertó el hambre de Urrutikoetxea. Subió una marcha. Martija le custodió en los momentos de duda. Prodigioso. Un sotamano del vizcaino rompió la tendencia. Abrasó al lizar-tzarra con tres saque-remates y se fueron 15-12. Pero no estaba todo dicho. Los guipuzcoanos igualaron con una tacada. Se sucedieron los abrazos: 15-15 y 16-16.

Estando 16-17, un buen derechazo de Tolosa, Urrutikoetxea metió el turbo. El guion siguió siendo el mismo: sujetar, meter ritmo, no fallar y encontrar el hueco. Martija, en ese plan, es esencial. Mikel reactivó su camino rematador y acabó por desencriptar el compromiso con una tacada de seis tantos que les insufla vida en el Masters. Los azules sufrieron en el epílogo. El de Zaratamo y el de Etxeberri no regalan y son efectivos. Son peligrosos. La solidez es un valor.