- Jon Rahm tiene por delante otra remontada si quiere ganar The Open Championship. El golfista de Barrika firmó una tarjeta de dos golpes bajo par en el día del movimiento y escaló hasta el sexto puesto en la clasificación, pero no consiguió recortar demasiados golpes al líder Louis Oosthuizen, que no se ha bajado de la primera posición en los tres días. Rahm queda a cinco golpes para la última ronda de hoy en Royal St. Georges y necesitará una vuelta baja para aspirar a la victoria, pero ya ha demostrado otras veces que es posible. Sin ir más lejos, en el US Open que ganó en Torrey Pines remontó tres golpes en la última jornada para vencer, precisamente, al jugador surafricano que a fuerza de rozar el palo va a acabar logrando antes o después su segundo major tras The Open que se llevó en 2010. El vizcaino saldrá en el antepenúltimo partido con Scottie Scheffler, lo que augura un golf al ataque para presionar al grupo de cabeza.

Bajo unas condiciones que no parecían británicas, mucho sol y apenas viento, y un campo por ello cada vez más seco y con unas posiciones de bandera “muy complicadas, como he visto pocas veces”, según el barrikoztarra, ninguno de los máximos aspirantes, sobre todo en el último tercio del recorrido, jugó mejor ayer que Rahm, que se mostró satisfecho un día más por su juego de tee a green, pero lamentó los que para él fueron tres errores importantes. En el hoyo 1 hizo un bogey después de tener que tripatear desde corta distancia. En el 7, se enredó desde el tee y sumó un golpe más en un par 5, algo que siempre duele mucho. Y en el 13 no pudo aprovechar una opción factible para descontar y tuvo que conformarse con el par.

El resto de su vuelta estuvo de nuevo a una altura notable, aunque no tan brillante como la víspera y también se dejó algunos putts que pasaron muy cerca del hoyo. Sus cinco birdies llegaron en el 3, el 6, el 12, el 14 y el 17. En los greenes se le han quedado demasiados golpes en estos tres días, pero aún así tiene opciones de victoria o de, al menos, lograr otro Top 10 en los majors de este año y recuperar el número 1 del mundo para lo que necesita acabar mejor que Dustin Johnson, que está a tres golpes.

En su balance de la jornada, Rahm aseguró que había jugado bien todos los hoyos, menos el 7, ya que “me precipité en casi todos los golpes”. “Y duele porque en el bogey del hoyo 1 con un poco de suerte me podía haber fabricado una opción de birdie. Y podía ir uno o dos golpes por debajo de lo que he firmado. En el 11 era lógico que hiciera bogey, con 220 metros y huracán en contra he jugado un hierro 2 y era algo que entraba dentro de lo que podía ocurrir”, añadió.

Mientras sus rivales aún tenían que acabar su vuelta, el de Barrika cifraba en cinco golpes la distancia salvable en la última jornada y así fue porque en los hoyos finales Oosthuizen, Morikawa y Spieth se mostraron bastante contenidos y no tomaron riesgos. Incluso el texano cerró con bogey. “Pero tendré que hacer mi mejor juego y tener un gran día”, admitió. Rahm espera algún cambio en las condiciones en Royal St. Georges. “Dependerá de cómo salga el tiempo. Si es un día ventoso, ya veremos, pero si sale como estos días, habrá que pensar en una vuelta cercana a algún tipo de récord, el del campo, el del torneo... Porque está claro que por arriba alguien va a jugar bajo par”, comentó.