DINAMARCA: Schmeichel; Kjær, Christensen, Vestergaard (Min. 84, Skov Olsen); Wass (Min. 62, Stryger Larsen), Delaney (Min. 72, Jensen), Damsgaard (Min. 72, Cornelius), Højbjerg, Maehle; Poulsen (Min. 62, Nørgaard), Braithwaite.

BÉLGICA: Courtois; Alderweireld, Denayer, Vertonghen, Meunier; Tielemans, Dendoncker (Min. 59, Witsel), Torghan Hazard (Min. 59, Vermaelen); Mertens (Min. 46, De Bruyne), Lukaku, Carrasco (Min. 59, Eden Hazard).

Goles: 1-0: Min. 2; Poulsen. 1-1: Min. 55; Torghan Hazard. 1-2: Min. 70; De Bruyne.

Árbitro: Björn Kuipers (Países Bajos). Sacó tarjeta amarilla, por Dinamarca, a Kjær, Damsgaard y Jensen; por Bélgica, a T. Hazard.

Incidencias: Partido de la segunda jornada del grupo B de la Eurocopa disputado en el Parken de Copenhague ante 25.000 espectadores. Los jugadores belgas hincaron la rodilla en el suelo antes del saque inicial como señal contra el racismo, mientras sus rivales aplaudían el gesto.

- Entró tras el descanso Kevin de Bruyne y entró también otro partido. Es la importancia de tener a un jugador de esta dimensión, aún disponiendo del potencial de que dispone Bélgica, el número uno mundial en el ranking FIFA, y hasta entonces a merced de Dinamarca, que comenzó marcando a los dos minutos y no aligeró lo más mínimo su ambición, superando de cabo a rabo a su rival.

Hasta que salió De Bruyne y diez minutos después se incorporaron Eden Hazard y Witsel, es decir, la Bélgica fetén que aspira a ganar la Eurocopa estaba al completo.

De Bruyne se perdió el primer partido ante Ucrania y la primera mitad contra Dinamarca a causa de la doble fractura de nariz y del orbital izquierdo que sufrió en un duro choque con el central alemán Rudiger, durante la final de la Champions ante el Chelsea, y habría que preguntarse si la suerte del Manchester City hubiera sido otra con el concurso a tiempo completo de su hombre más clarividente.

La conjunción astral incorporó a Lukaku, que dejó su estéril (y perdedora) lucha posicional con Kjaer (como las que tienen en los Inter-Milan) para buscar otras opciones, y eso sólo fue posible con De Bruyne en el campo. El mocetón belga cambió de registro, arrancó por el carril derecho como un bisonte en estampida, dejó atrás a Kjaer y conectó con Kevin junto al balcón del área, la perla del City hizo un amago, dejó a tres daneses tirados por el suelo y entregó el balón a Thorgan Hazar, que solo tuvo que empujarlo a la portería.

Todo el ímprobo esfuerzo de la escuadra danesa se venía abajo. En el fútbol normalmente gana quien mejor equipo tiene, y sobre todo si en su seno acoge tipos geniales.

El regreso de Kevin de Bruyne fue rotundo y lo confirmó con el magnífico gol que inclinó la victoria del lado belga. Fruto de una jugada coral de categoría, el pase de Eden Hazard y un duro disparo con la izquierda, su pierna menos buena.

El regreso de Eden Hazard es paulatino. Ante Ucrania disputó la media hora, casi lo mismo que frente a Dinamarca, y se le pudo ver más suelto, conectando, ensayando requiebros con la pelota y sirviendo el gol de la victoria.

En cierto modo, el partido estuvo mediatizado por el shock que provocó en el colectivo danés el colapso de Christian Eriksen en el partido contra Finlandia que asombrosamente perdió la dinamita roja. Aquel revés no entraba en los planes de Dinamarca e intentó reconducir la situación ante el rival más complicado, Bélgica.

A los dos minutos, Denayer cometió un error imperdonable, Højbjerg recuperó el balón, se asoció con Poulsen y el delantero del Leipzig definió con un tiro cruzado.

Los daneses se comieron literalmente a su rival, pero la suerte volvió a ser esquiva. El panorama cambió radicalmente con el mariscal De Bruyne en el campo y ahora Dinamarca deberá ganar a Ucrania y esperar la lotería de los cuatro mejores terceros.