El actual entrenador del Villarreal, Unai Emery, adquirió ayer un paquete accionarial que le permite asumir el control del Real Unión, cuya compra ha negociado durante mas de un año. Fuentes conocedoras de la negociación informaron de que la firma de la adquisición de las acciones, algo más de un 20 % del club, se celebró en una notaría de Hondarribia.

En dicho acto participaron, en nombre del grupo que encabeza Unai Emery, su hermano Igor Emery y su abogado, Josu Reta, quien fue el que llevó a cabo las negociaciones todos estos meses, mientras que por parte del Real Unión acudieron los miembros de la Junta Directiva que preside Ricardo García.

Las citadas fuentes explicaronque Emery se ha hecho de algo más del 20% de las acciones, una cantidad que le permitirá controlar el club, ya que el accionariado está muy atomizado. Las negociaciones se iniciaron a principios de 2020, pero se vieron bloqueadas por la pandemia, hasta que volvieron a acelerarse tras el verano y cristalizaron ayer viernes, tras la finalización de una exitosa temporada en la que el Real Unión ha logrado ascender a la Primera RFEF. Los nuevos gestores, que han estado al tanto de todos los movimientos deportivos del club en los últimos meses, seguirán confiando en el equipo que encabeza el director deportivo, Gorka Etxeberria, y en el entrenador del primer equipo, Aitor Zulaika.

Emery, natural de Hondarribia, tiene motivos sentimentales para hacerse con la gestión de este club, en el que militaron su abuelo y su padre. El abuelo del entrenador del Villarreal, Antonio Emery Arocena, es una leyenda del club. Portero del equipo en los años 20, alzó la Copa en dos ocasiones y su hijo Juan, padre de Unai, también vistió la camiseta del Real Unión como portero. Curiosamente, mientras, una de las tardes negras deportivamente en el Stadium Gal se vivió con Unai como verdugo, en el banquillo del Lorca. Los murcianos arrebataron el ascenso a Segunda División al Real Unión durante la promoción del curso 2002-03.