- Alex Aranburu se quedó con la miel en los labios en la tercera etapa del Critérium del Dauphiné. Al ciclista del Astana le faltó un golpe de riñón para llevarse la victoria en el esprint del pelotón, pero el italiano Sonny Colbrelli (Bahrain Victorius) le remontó casi sobre la línea de meta. Que la meta acabara en una pequeña subida beneficiaba al de Ezkio, pero finalmente se tuvo que conformar con el segundo puesto.

En cualquier caso, el corredor guipuzcoano se mantiene tercero en la clasificación general, a 18 segundos del líder, el austriaco Lukas Pöstlberger (Bora Hansgrohe). En una jornada óptima para los velocistas, Aranburu, que esta temporada se ha destapado como un ciclista todoterreno tras ganar una etapa en la Itzulia y ser quinto en la Tirreno-Adriático, casi da la sorpresa.

Fue un esprint algo disperso por la elevación en los últimos 1.500 metros, en el que solo los más fuertes llegan en condiciones de disputarlo. El primero en atacar fue Aranburu, quien se vio en cabeza a 100 metros de la línea de meta, pero Colbrelli sabía que la rueda del guipuzcoano era buena y se pegó a ella. Aguantó el tirón, le superó y así se apuntó la segunda victoria de la temporada.

La tercera plaza, a distancia de los anteriores, fue para el estadounidense Brandon McNulty (UAE Emirates). En el top ten se clasificó también Carlos Barbero (Qhubeka) y undécimo cruzó Alejandro Valverde (Movistar), de quien se esperaba más en un final que se ajustaba a sus condiciones.

La llegada masiva benefició al austríaco Lukas Pöstlberger (Bora Hansgrohe), aún de amarillo la víspera de la cronometrada de este miércoles, donde los favoritos van a establecer las primeras diferencias. Le sigue Colbrelli, a dos segundos; y Aranburu es tercero, a 18. En la cuarta plaza se presenta Valverde, a 20.

El pronóstico se cumplió con la llegada al esprint, sin sorpresas con los escapados, que los hubo con protagonismo del campeón de Israel Omer Goldstein (Israel Start-Up Nation) y del belga Loïc Vliegen (Intermarché-Wanty). Ambos animaron la fiesta 150 kms, hasta que fueron cazados a 21 de meta.

En ese momento hubo ciertos nervios por el acelerón general, y eso se tradujo en caídas. Una de ellas afectó a Guillaume Martin (Cofidis), quien pudo continuar. No así, mucho antes, el danés campeón del Mundo 2019 Mads Pedersen (Trek), quien tuvo que abandonar.

Con la carrera lanzada controló en la sala de mando el Ineos de Geraint Thomas, atento a posibles percances y sobre todo a un final con trampa, ya que los dos últimos kilómetros picaban hacia arriba.

Los favoritos advertidos, el trance lo superaron sin problemas, y dejaron el desenlace supersónico a los velocistas en un sprint en el que Aranburu apunto estuvo de darse una gran alegría.