La capitana del Deportivo Alavés femenino analiza los últimos tres encuentros que le restan al conjunto albiazul, que en caso de saldarse con pleno de victorias permitirán al club certificar el ansiado ascenso a la máxima categoría del fútbol femenino. Las "Gloriosas", que sienten el aliento en la nuca de Osasuna, visitan al Madrid CFF, luego recibirán al Real Oviedo y cerrarán la competición en la capital ante el Atlético de Madrid.

Tres partidos y a Primera División. ¿Qué se le viene a la cabeza en estos momentos?

-Cada vez estamos más cerca del objetivo, pero sí que es cierto que cuando tienes algo tan alcance de la mano, el miedo a poder a perderlo es importante. Por eso mismo, ahora más que nunca somos conscientes de que cada vez queda menos y que cualquier error puede ser fatal para nosotras y nos puede castigar muchísimo.

¿Qué predomina más en la mente: el miedo, los nervios, la serenidad...?

-Es una mezcla de emociones. Por una parte, es bonito vivir este tipo de experiencias, ya que son partidos y momentos para los que hemos entrenado durante todo el año, es decir, hemos trabajado muy duro para llegar vivas al final. Por otro lado, es cierto que cada vez van apareciendo más esas ganas y esos nervios de que llegue ya el siguiente partido y así poder tacharlo del calendario para que quede uno menos. Todo esto lo intentamos llevar con toda la naturalidad y tranquilidad que se puede. Aunque hay que reconocer que como es algo tan grande lo que hay de recompensa, estamos como nerviosas, como con ganas de que se solucione todo cuanto antes y podamos celebrar el título.

El ascenso ya es cosa de dos: Osasuna y Alavés. ¿Se hace raro que no haya horario unificado?

-Al final, eso depende de cómo lo mires, puede ser una ventaja o una desventaja. Por nuestra parte, el sentir general del vestuario y de lo que transmite el entrenador, Mikel Crespo, es que si nosotras queremos ser campeonas, dependemos de nosotras mismas. Lo cual es un mérito que hemos conseguido, después de muchísimos entrenamientos y trabajo. Entonces, al depender de nosotras mismas, no debemos fijarnos en lo que hace el Osasuna. Sí que es cierto que es como tentador mirar lo que está haciendo, pero es que la realidad es que si ganamos los tres partidos, seremos campeonas. Además, en estos momentos estamos en una línea muy buena y aunque ahora juguemos fuera de casa, que siempre puede resultar algo más difícil, no debemos mirar a Osasuna, porque tenemos claro que ellas tampoco van a fallar. Por eso, nos toca pensar en nosotras mismas.

Ahora viajan para jugar contra el Madrid CFF, pero quedan también Real Oviedo y Atlético de Madrid. ¿Les preocupa la dificultad del calendario?

-A estas alturas hablar de partidos fáciles o difíciles no tiene sentido. Yo creo que nuestro mayor rival somos nosotras mismas y si nosotras estamos al nivel que venimos estando y salimos concentradas -no como nos pasó el día del Racing de Santander- y conseguimos mantener la solvencia a nivel defensivo, todo debería ir rodado como ha ido hasta ahora. Este fin de semana nos toca un filial, que siempre son equipos difíciles que plantean mucho fútbol. Independientemente de dónde estén nuestros rivales en la clasificación, los tres partidos que nos quedan van a ser difíciles porque básicamente son los últimos encuentros de la temporada.

¿Qué tipo de partidos esperan en estas últimas tres jornadas?

-Los tres rivales van a ser muy difíciles, aunque es cierto que jugar contra filiales siempre se nos ha dado bien. Estos no suelen cambiar su estilo de juego, independientemente de a quien tengan en frente, y creo que eso nos beneficia. Por otro lado, el Oviedo es un rival con jugadoras más experimentadas y quizá con un poco más de garra, y si hay que calificar algún encuentro como el más complicado, quizá sea ese, pero por las características del rival. Aún así, es un encuentro que nos toca en casa y en Ibaia nos sentimos más cómodas y seguras, es nuestro fortín.

La última jornada la disputan fuera. Una pena no poder celebrar el ascenso en casa, ¿verdad?

-Sí, una pena, pero aún así firmamos igualmente el poder celebrar el ascenso en casa en la penúltima jornada. Eso significaría que no tendríamos que viajar de nuevo a Madrid con los nervios a flor de piel en la última jornada jugándonoslo todo.

¿Cómo se gestiona ese nerviosismo que va creciendo?

-Lo que tenemos muy claro es que debemos pensar en el partido que nos toca cada fin de semana y, por lo tanto, no sirve de nada pensar en el Atlético de Madrid, porque ese es el último. Ahora estamos muy centradas en nuestro siguiente partido y preparamos cada encuentro a conciencia en los entrenamientos. Y aunque parezca raro, no se habla de nada más. Sí que somos conscientes que de puertas para fuera, sí que nos llegan frases como "y si subimos" o "y si ascendemos esta jornada", pero de puertas para dentro es un tema tabú del que no queremos hablar. Cuando llegue el momento, si llega, ya nos dejaremos llevar.

¿Existe algún fantasma por aquel ascenso que se escapó en el último momento hace dos años?

-Hay muchas jugadoras que quedamos dentro de la plantilla de las que perdimos hace dos años en El Sadar, donde se nos escapó el campeonato en un partido. Aún recuerdo aquella última jornada como si fuera ayer. Entonces somos muy conscientes de que todo lo hecho hasta ahora se nos puede ir en un instante. Por eso mismo, estamos centradas en el día a día y no queremos, es más nos negamos a pensar en un posible ascenso en Madrid.

¿Esa experiencia pasada ayuda o genera más tensión?

-En ese sentido, como ya lo hemos vivido, en los momentos que te pueden aparecer esos fantasmas, el tener esa experiencia previa hace que no queramos celebrar nada porque esto aún no ha terminado. Ello nos hace mantenernos más alerta que quizá otro equipo sin esa experiencia, donde se podrían dejar llevar por la emoción propia del momento y de la situación. En ese sentido, creo que lo estamos enfocando bastante bien porque esa experiencia vivida hace años nos permite frenar cualquier euforia.

¿Qué le está pareciendo esta segunda fase de competición?

-Un tramo que aparentemente quizá parecía más fácil, pero es todo lo contrario porque cualquier tropiezo puede ser excesivo. Creo que está siendo una fase donde más que las sensaciones de jugar bien -algo que siempre es un objetivo- lo que realmente importa son los tres puntos, ya sea con un gol en el minuto 3 o en el minuto 90. Y se está viendo que todos los partidos están siendo muy emocionantes e igualados.

¿Cómo se encuentran físicamente en este instante?

-Hay que admitir que se nota ya que son los últimos partidos y se te acumula también la tensión que se vive. Pero aun así, donde no nos llega el físico, sí que nos está llegando la experiencia, el saber jugar los encuentros y el carácter que tenemos por lograr el objetivo. Además, somos un equipo muy unido, donde Mikel siempre nos ha remarcado que es tan importante la jugadora que actúa los 90 minutos como la que sale en la recta final del encuentro.

¿Cuál es el punto más fuerte y el más débil de las 'Gloriosas'?

Como punto fuerte es que somos un equipo que combinamos muy bien las jugadoras con experiencia junto a las jugadoras jóvenes que aportan esa ilusión. Esa mezcla nos hace que seamos un equipo poderoso. Como punto débil creo que me cuesta encontrarlo porque llegamos en un momento muy bueno a esta recta final, tanto de juego como de sensaciones. Aunque lo hubiera, tampoco lo diría para no dar ninguna pista al rival (risas).

¿Cómo se describiría con tres palabras como jugadora?

-Hábil, técnica e inteligente.

¿Y como persona?

-Divertida, comprometida y extrovertida.

"Cada vez estamos más cerca del objetivo y cuando tienes algo tan al alcance de la mano, el miedo a poder perderlo es importante"

"Si queremos ser campeonas, dependemos de nosotras mismas; ganando los tres partidos estaremos en Primera"

"El ascenso es un tema tabú del que no queremos hablar dentro del vestuario; cuando llegue el momento, ya nos dejaremos llevar"