os espectadores, en general, anhelan récords. Cada vez que están ante un deportista disfrutan con la sensación de que pueden estar asistiendo a un acontecimiento histórico. Marc Márquez es un piloto que alimenta esas expectativas acelerando rápido y constante hacia las plusmarcas del motociclismo. Porque el de Cervera corre contra la historia en una carrera contra el tiempo. Así se entiende cuando admitió que contempló correr en dos categorías al mismo tiempo. Y es que cuando el recordman Giacomo Agostini elevó los números de victorias a 122 y de títulos a 15, disputaba dos campeonatos por año; cierto es que esos mundiales albergaban menos carreras. Antaño dividir los domingos era frecuente; a día de hoy no lo hace nadie. Esta circunstancia dificulta el poder dar caza a los registros de Agostini, especialmente al de títulos. En el caso de Márquez, que en febrero cumplirá 28 años, sus estadísticas presentan 82 victorias y 8 coronas.
Márquez ha encontrado en 2020 un gran contratiempo en su carrera por el Olimpo. En el Gran Premio de España, la primera prueba del año, la ambición tumbó al campeón. Arrancó con poderío en Jerez y en el tercer paso por meta era líder con solvencia. Pero instantes después, fruto de su ímpetu, se escapó a la grava. Salvó la caída, aunque en el quinto paso por el punto de salida rodaba en 16º lugar.
Ajeno a las renuncias, armado de valor, el catalán firmó una remontada épica hasta la tercera plaza; quedaban aún seis vueltas para el final. Cuando se prestaba a rebasar a Viñales, a cuatro giros de la conclusión, se fue al suelo a unos 150 km/h. en la curva donde Mick Doohan dijo adiós a su carrera. Una caída salvaje, aunque el daño lo causó su moto, que chocó con violencia contra el brazo del piloto, fracturándole el húmero derecho. La fortuna que había acompañado a Márquez se esfumó. Solo en MotoGP y teniendo en cuenta las pruebas oficiales suma 121 caídas. Posee el récord de precipitaciones en una sola temporada, las 27 de 2017. En palabras vertidas para la cadena Ser por su relevo como campeón del mundo, Joan Mir, Marc “asumió mucho riesgo para intentar hacer una remontada imposible, de las que nos tiene ya acostumbrados este tío, porque es brutal, pero esta vez no le salió bien y se lesionó”.
Dispuesto a seguir arriesgando, Márquez se operó el siguiente martes para fijar una placa de titanio pensando en correr solo una semana después en la segunda cita del calendario, que también se celebró en Jerez, adonde viajó y contó con el beneplácito del equipo médico de MotoGP, que le declaró apto para correr. A pesar de que se subió a la moto, finalmente no tomó la salida. Su retorno se pospondría a la tercera prueba, la República Checa. No obstante, unos días antes la placa se rompió durante la rutinaria actividad de abrir una ventana de su hogar. El implante cedió por una acumulación de estrés en la zona operada, que sufrió en Jerez la exigencia de una máquina de MotoGP; también llamó la atención verle hacer flexiones.
“Fue un error ir a Jerez. Si me dicen que la placa se podía romper, no me subo a la moto”, dijo posteriormente el ilerdense. Tras el percance tuvo que visitar el quirófano para someterse a una segunda intervención. Confió en el mismo doctor, Xavier Mir, quien en Radio Marca afirmó haber advertido sobre la intención de Marc de regresar tan pronto: “Le dije que no creía que para Jerez estuviera, pero como nos tienen acostumbrados a estas recuperaciones... Pero en principio yo creo que está fuera de lugar”. 13 días después de la primera cirugía se retiró la placa y se sustituyó por otra.
Brotaron de nuevo las especulaciones sobre su retorno. El equipo estimó dos o tres meses; Marc habló de la mitad. Pero la recuperación no fue por buen cauce. No se formaba callo óseo; al brazo le faltaba fuerza. Tras anunciar que no regresaría en 2020, el mal presagio se anunció el 3 de diciembre, cuando Márquez volvió al quirófano. Esta vez fue tratado en el Hospital Ruber Internacional de Madrid, en lugar de en el Hospital Universitari Dexeus de Barcelona. La causa de la visita fue una pseudoartrosis. La operación consistió en la retirada de la placa y “la colocación de una nueva con aporte de injerto de cresta ilíaca, asociado a un colgajo libre cortico-perióstico”. En la intervención, que duró 8 horas, participó un equipo de cinco doctores.
Otra vez asaltaron las dudas sobre el regreso a la competición. La primera persona del entorno del piloto que ha dado su opinión es Lucio Cecchinello, jefe del equipo satélite de Honda, el LCR, donde correrá la próxima temporada Álex, el hermano de Marc. El expiloto asegura que Marc se perderá los test de pretemporada, programados en Sepang (19-21 de febrero) y en Catar (10-12 de marzo). “Espero un Mundial en el que vuelva. Será difícil verle en la primera carrera, pero lo deseo. Marc se perderá la pretemporada con Honda, pero con suerte podremos verlo en la primera carrera”, indicó en declaraciones para GPOne. Según el calendario provisional, el Mundial de 2021 arrancará en Catar el fin de semana del 28 de marzo.
Cecchinello también arrojó optimismo. “Ha dicho en más de una ocasión que volverá más fuerte y maduro. Y eso quiere decir que se ha dado cuenta de que posiblemente siempre tiene que ser fuerte, pero quizás un poco más táctico en momentos clave. El accidente, la caída, los problemas físicos... Puede pasarle a cualquier piloto, pero tienes que entender cómo enfocarlo”. Márquez tiene claro que no volverá a acelerar plazos. “Espero volver más fuerte”, ratifica, desechando posibles secuelas que le impidan volver a ganar tarde o temprano.