El Betis consiguió ayer un poco de aire con el que respira más tranquilo Pellegrini, cuyo proyecto está más que cuestionado en Sevilla. El duelo transcurría parejo hasta que Lainez se internó en el área amarilla, cedió atrás a Guido Rodríguez y éste fusiló a Ledesma, despistado por un pequeño rebote.