l periodo en que la NBA debería estar ya en marcha se ha convertido en un otoño caliente por culpa de la pandemia, que retrasó el final del curso pasado. Hace apenas mes y medio que los Lakers levantaron su decimoséptimo título y la temporada 2020-21 ya está en marcha. Las franquicias han tenido claro que no se podía atrasar más el arranque por razones económicas y desde hace unos días ya está abierto el mercado de una campaña que arrancará el 22 de diciembre. Ya ha habido muchos movimientos interesantes y otros que aún pueden producirse hasta el inicio de la pretemporada en diez días y que involucran a algunas de las estrellas de la liga.
Es el caso de James Harden y Russell Westbrook, dos prima donnas que tras el fracaso de la apuesta de los Rockets no quieren seguir en Houston y menos aún juntos. El destino de ambos puede mover la relación de fuerzas en las dos conferencias, aunque está por ver que pueden recibir los texanos a cambio de sus dos figuras. En cualquier caso, las operaciones más importantes en este mercado frenético han tenido como epicentro Los Angeles. Los Lakers no quieren que LeBron James se conforme con un solo anillo y han realizado varios retoques para elevar el nivel. Aún no es oficial, pero Anthony Davis seguirá y en los despachos se han movido con inteligencia. Toda la que aportará Marc Gasol, que deja Toronto para buscar su segundo anillo en el mismo equipo en el que su hermano Pau ganó dos. Para cerrar la rotación interior, los Lakers han robado a sus vecinos a Montrezl Harrell, mejor sexto hombre del curso anterior. El otro gran fichaje angelino es Dennis Schroder, el base alemán que está en el mejor momento de su carrera.
Para suplir a Harrell, los Clippers han incorporado a Serge Ibaka, que también quiere su segundo anillo en un equipo que el año pasado defraudó. Y ayer mismo firmaron al galo Nicolas Batum. Juntar a dos estrellas, en este caso Paul George y Kawhi Leonard, no es sinónimo de nada y la receta está en encontrar la química en un bloque que conserva gran parte de sus piezas. Tyronn Lue deberá encargarse de ello desde el banquillo.
La agencia libre de este otoño ha llevado a Ricky Rubio de vuelta a los Minnesota Timberwolves, donde coincidirá con Juancho Hernangómez, y a Facundo Campazzo a los Denver Nuggets. "No quería retirarme sin haberlo intentado", ha dicho el base argentino para explicar este salto en su carrera en el que arriesga mucho, aunque llega a un equipo bastante estable. Ahora queda por ver si el estilo de juego del Facu encaja en una competición donde no será la referencia como en el Real Madrid. En los Miami Heat, finalistas de la 2019-20, se ha apostado lógicamente por la estabilidad, con las llegadas de Avery Bradley y Mo Harkless para tareas de complemento. De fondo, aparece el nombre de Giannis Antetokounmpo, con quien sueñan para el próximo verano en Miami después de que los Milwaukee Bucks no parezcan haber satisfecho los deseos del griego de contar con una plantilla con la que aspirar de una vez al anillo.