KUTXABANK ARASKI María Asurmendi (5), Laura Quevedo (12), Anna Cruz (4), T. Abalde (12), Tamara Seda (13) - quinteto inicial -, Joy Alexis Brown, Laura Pardo (8), Tania Pérez, Cristina Molinuevo, Izaskun García e I. Bedia Delgado.
SPAR GIRONA S. Vasic (7), F. Eldebrink (4), M. Pérez Araujo (7), C. Gray (10), J. Reisingerova (7) - quinteto inicial -, A. Elonu (18), L. Palau Altes (7), G. Labuckiene, H. Oma Giralt, J. Soler Ramió y P. Ferrari Calabro (2).
Parciales 20-19, 12-18, (32-37 descanso), 14-10, 8- 5 (54-62 final).
Árbitros Angel de Lucas de Lucas, Alejandro López Lecuona y Alejandro Aranzana García.
Pabellón Polideportivo Mendizorrotza.
- El Kutxabank Araski rozó ayer con los dedos la victoria, pero finalmente cayó por 54 a 62 ante el Spar Girona. Las vitorianas llegaban al encuentro con la intención de continuar con las buenas sensaciones mostradas desde el parón por selecciones. Por tercer partido consecutivo, sacaron su mejor versión para poner contra las cuerdas a uno de los favoritos de la competición. El Araski tuvo una gran noche donde jugó un buen baloncesto y tan solo una pequeña desconexión al final evitó que las de Madelén Urieta se llevaran la victoria.
Araujo y Vasic empezaban el encuentro con un triple cada una, respectivamente. Una ofensiva que Tamara Seda intentaba contrarrestar con dos canastas consecutivas. El partido había comenzado con mucho ritmo y las catalanas veían aro con mucha facilidad, y enseguida tuvieron sus primeras rentas en el marcador con un 5 a 14. Además, algunas canastas iban directamente a la galería por su espectáculo.
La entrenadora vitoriana, Madelén Urieta, movía el banquillo rápidamente antes de que la distancia fuera insalvable y las entradas de Izaskun García y Brown revolucionaron el encuentro y pusieron más intensidad sobre la cancha para poner a su equipo a tan solo un punto. En los últimos minutos del primer cuarto, se bajó la intensidad y este juego más estático favoreció al Araski que terminó el cuarto por delante en el marcador (20 a 19) tras un buen triple de Quevedo y canasta de Tamara Seda.
Las vitorianas estaban acertadas desde la línea de tres puntos y a esta fiesta se sumó la capitana Laura Pardo para seguir manteniendo esa pequeña renta local. A pesar de ese buen acierto, la clave del Araski estaba en su intensidad y buena defensa que había conseguido secar a las catalanas. Las de Alfred Julbe igualaron la intensidad local y el encuentro se atascó en lo que se refería al marcador, pero no al espectáculo, ya que al baloncesto que se estaba viendo sobre la cancha solo le faltaba la "Marea Verde".
Sin embargo, en un visto y no visto, las catalanas se pusieron 8 arriba, el Araski no se podía despistar y ahí estaba la capitana de nuevo para recordar a las suyas con cinco puntos consecutivos que el encuentro duraba 40 minutos. Cada vez que las de Made recortaban distancias, Gray volvía a poner tierra de por medio. La estadounidense estaba intratable siendo la máxima anotadora del encuentro hasta el momento. Aún así, el Araski lo peleaba todo y todas las jugadoras aportaban. En esta ocasión era María Asurmendi quien con una gran entrada anotaba bajo canasta. Con esa gran pelea física, las vitorianas llegaron más que vivas al descanso con un 32 a 37 en el marcador y con todo por decidir.
El encuentro se reanudaba con el Girona intentando despegarse en el marcador, pero el Araski continuaba agarrándose con uñas y dientes al partido, y reflejo de ello era el tapón de Tamara Seda a Reisingerova. El partido entró en un intercambio de canastas que no terminaba de beneficiar a nadie, ya que ambos equipos se iban intercalando en el marcador, desde que Laura Quevedo con un tapón en defensa y un triple pusiera por delante a las vitorianas (42 a 41).
Los últimos diez minutos empezaban con un 46 a 47 en el luminoso, con las catalanas sufriendo y con los nervios a flor de piel y es que las de Alfred Julbe no terminaban de encontrarse ni de estar cómodas. Todo esto era a causa del buen hacer del Araski. El Girona sufría y no daba con la tecla adecuada, y mientras tanto el Araski se lo creía con buenas canastas de Anna Cruz o de Tamara Abalde con un dos más uno. A falta de tres minutos para el final y después de un tiempo muerto de Alfred Julbe, el Araski sufrió una pequeña desconexión que permitió a las catalanas coger una pequeña diferencia de 5 puntos. Una renta que a posteriori sería definitiva, ya que finalmente, las catalanas estuvieron más serenas y se llevaron un encuentro que sufrieron hasta el final.