- Nunca es tarde si la dicha es buena, debe pensar Daniil Medvedev, que ayer logró imponerse en el Masters 1000 de París-Bercy y sumar su primer título de este atípico año. 2019 había confirmado al ruso como una nueva sensación, un candidato a las más altas cotas, pero en 2020 habían ganado Djokovic, Nadal, Thiem, Tsitsipas, Zverev, pero no lo había hecho quien con esta victoria asciende al número 4 del mundo.
Medvedev admitió que no había llegado al torneo parisino de pista cubierta en su mejor forma, "pero mi nivel esta semana ha sido muy alto" y así ha podido corregir la anomalía de estos meses. Es el octavo título de su carrera y el tercero en Masters 1000 tras los que consiguió el año pasado en Cincinnati y Shangai.
En la final de ayer remontó a Alexander Zverev (5-7, 6-4 y 6-1) en otra muestra de su talante tan particular, que le permite salir a flote cuando más hundido parece. El alemán dominó gracias a su servicio y a la buena actitud que ha mostrado esta semana.
Pero el ruso empezó a alargar los puntos y Zverev mostró flaquezas físicas durante el partido que Medvedev explotó en el último set de juego. El de Hamburgo cedió su saque en el primer juego, tuvo luego cuatro opciones de recuperarlo, pero se le escaparon, y entonces el moscovita no tuvo mayores problemas para cerrar un triunfo que le coloca en las Finales ATP de Londres muy afinado.