- Noche de Halloween en Vitoria. La crisis sanitaria que se vive a nivel mundial decidió visitar ayer el estadio de Mendizorroza en pleno partido para amargar una tarde de baloncesto entre dos equipos que nunca se habían enfrentado en la máxima categoría.

El encuentro tuvo que ser suspendido al descanso por un positivo en el equipo maño. El partido llegó al descanso y algo ya se notó que no iba bien cuando las jugadoras tardaron en acudir a los vestuarios y permanecieron en sus respectivos banquillos. Al final, las vitorianas se marcharon, pero después de casi 20 minutos no regresaban y las dudas e incertidumbre ya sobrevolaban Mendizorroza.

Poco después, ya se anunció que el encuentro quedaba suspendido por cuestiones sanitarias y los cerca de 350 aficionados abandonaban el estadio de forma organizada mientras aplaudían a la plantilla que salió al centro del campo para agradecer a los araskizales su presencia.

El choque comenzó sin problemas, ya que ambos equipos realizaron los preceptivos test antígenos, como establece la normativa Federación Española de Baloncesto, y todo estaba en orden. Sin embargo, en la jornada del viernes, las jugadoras de Casademont Zaragoza, convocadas por sus respectivas selecciones nacionales, se sometieron a las preceptivas pruebas PCR correspondientes, y dichos resultados llegaron a Vitoria ayer y con el encuentro ya comenzado y conociéndose entonces el positivo.

El partido queda aplazado por el momento sin saber cuándo se jugará la segunda parte. Eso sí, los primeros 20 minutos sí se disputaron con emoción. El encuentro comenzó con ambos equipos tanteándose y con muchas precipitaciones en ambos lados de la pista. La entrenadora vitoriana, Madelén Urieta, optó por dar entrada a Izaskun García para ver si conseguía dar ritmo al encuentro. Aún así, después de cinco minutos de partido, el resultado era de empate a 3 con dos triples de Asurmendi y Vanloo, respectivamente.

El encuentro poco a poco iba teniendo más ritmo y los equipos comenzaban a ver aro. Aunque eso sí, las defensas eran intensas en los dos lados de la pista. Por parte del Zaragoza, vimos buenas jugadas de Gorecki y Vanloo, mientras que por parte de las vitorianas Laura Quevedo y Laura Pardo intentaban tirar del carro con su carácter.

Las de Carlos Iglesias alcanzaban la máxima diferencia (11- 18) justo al final del primer periodo, gracias a Wurtz que anotó una gran canasta con reverso. El segundo cuarto comenzaba con un gran ataque por parte del Araski, donde Tania Pérez intentaba despertar a las suyas con un buen triple, pero todo quedaba en un espejismo, ya que después llegaron dos pérdidas de balón que el Zaragoza aprovechó para seguir poniendo tierra de por medio.

Entonces, Tamara Seda y Anna Cruz, con robo de balón, canasta y un triple respectivamente despertaban a Mendizorroza y cambiaban la dinámica del encuentro. A partir de entonces, el Araski tiró de orgullo para recortar distancias y colocar el 26 a 31 en el marcador antes de llegar al descanso. Luego, llegó lo ya mencionado para amargar la tarde y vivir una auténtica pesadilla de Halloween.