BAYERN Neuer; Pavard, Sule, Alaba (Boateng, min.112), Lucas Hernández (Javi Martínez, min.99); Goretzka (Davies, min.99), Kimmich, Sané (Tolisso, min.70); Muller, Gnabry y Lewandowski.

SEVILLA Bono; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Escudero; Fernando, Rakitic (Oliver Torres, min.56), Joan Jordán (Franco Vázquez, min.94), Ocampos, Suso (Gudelj, min.72); y De Jong (En-Nesyri, min.56).

Goles 0 - 1, min.13, Ocampos, de penalti; 1 - 1, min.34, Goretzka; 2 - 1, min.104, Javi Martínez.

Árbitro Anthony Taylor (ING). Amonestó con tarjeta amarilla a Alaba (min.12) y Lucas Hernández (min.90) en el Bayern; y a Jordán (min.45), Koundé (min.55), Fernando (min.70) y Escudero (min.119) en el Sevilla.

Estadio Puskas Arena. 19.000 espectadores.

- El Bayern Múnich se proclamó campeón de la Supercopa de Europa tras derrotar (2-1) a un Sevilla heroico que resistió hasta la prórroga, pero que terminó sucumbiendo a la máquina bávara, que gozó de multitud de ocasiones hasta que Javi Martínez decantó la balanza a los 104 minutos de un partido disputado en el Puskas Arena de Budapest. No hay que frene a este Bayern, un equipo mayúsculo que lleva seis meses en estado de gracia. En concreto, 22 partidos consecutivos sin perder que le han dado la Bundesliga, la Copa, la 'Champions' y este jueves, la Supercopa de Europa pese a la capacidad de resistencia del Sevilla, que también tuvo sus opciones de cambiar el signo de la final. La noche no pudo comenzar mejor para el seis veces campeón de la Europa League, que no esperó al primer cuarto de hora para tomar ventaja en el marcador. Una jugada del eterno Jesús Navas, el mejor del conjunto andaluz, terminó en el pecho de De Jong, que entregó a Rakitic en posición franca para el remate. El croata, que redebutaba como jugador sevillista, fue derribado por Alaba.

El árbitro dudó en su decisión, pero acabó señalando el punto de penalti. Lucas Ocampos no falló y adelantó a los suyos contra todo pronóstico. El gol enrabietó a un Bayern que desplegó todo su poderío minutos después y sometió al equipo de Julen Lopetegui. El dominio en el centro del campo pronto se tradujo en mucho trabajo para Bono. El portero salvó al Sevilla en más de una ocasión, sobre todo en los 20 minutos posteriores al gol. El vendaval parecía no tener fin entre pases diabólicos, precisión en los envíos y el imán que tenían en sus botas los jugadores del Bayern, dueños de cada rechace y de todos los balones aéreos. El peligro fue constante.