- Primoz Roglic (Jumbo) y Tadej Pogacar (UAE) se llevan bien. Lo sabe el pelotón, la organización del Tour y el mundo entero. Se caen en gracia y no lo pueden evitar. Los eslovenos comparten nación e idioma, profesión y pasión e incluso el foco de atención. El Macizo Central les unió como ilustre catedrático y discípulo aventajado y el Grand Colombier fue el escenario de su primer trabajo juntos, un ensayo colaborativo que decidieron titular La gran criba y que se llevó por delante a Egan Bernal (Ineos) y Nairo Quintana (Arkea). Así que la segunda semana de la Grande Boucle señaló a Roglic y Pogacar como los elegidos para las dos primeras plazas del podio de París; por lo que ambos, líder y aspirante, disfrutaron de la jornada de descanso de ayer sabiendo que iba a ser el último día de tregua entre ambos. Y es que esta tarde comienza la semana definitiva, esa que exprimirá al pelotón con tres etapas de montaña, que dará el viernes la última oportunidad para la escapada y que terminará con una cronoescalada que asfixiará a los corredores antes del paseo por los Campos Elíseos.
De esta forma, Los Alpes dictarán sentencia. Batirán en duelo a dos compatriotas y camaradas que, a pesar de ello, prometen guerra. "Tadej y yo somos rivales, pero también amigos. Somos del mismo país, pero independientemente de eso, siempre queremos ganar en la bicicleta. Así que lucharemos hasta el final ", reconoció Roglic. De hecho, es el corredor del Jumbo el actual dueño y señor del amarillo y, escoltado y blindado por el equipo más poderoso de este Tour, es además el favorito para reinar en París. Sin embargo, detrás, a 40 segundos, tendrá al maillot blanco. A un imberbe de 21 años que compensa su inexperiencia en la ronda gala con piernas, fuerza y locura. Con ataques imposibles y con la confianza de haber ganado dos etapas de la presente edición. Uno de ellos, Roglic o Pogacar, terminará con la supremacía del Ineos en el Tour, puesto que el conjunto británico tiene en su palmarés siete de las ocho últimas ediciones de la Grande Boucle.
Es decir, el dominio del Ineos se extiende desde que Bradley Wiggins ganó la prueba de 2012, cuando todavía era el Sky; y fue precisamente su primer campeón quien más crítico se mostró con la forma de actuar de un equipo que el pasado domingo vio cómo su líder, dorsal 1 y favorito, se evaporó de las apuestas y terminó ocho minutos después de lo esperado. "Ineos se equivocó con la alineación del Tour. Simplemente falta algo, una cabeza experimentada para poner un poco de serenidad y tomar ciertas decisiones. Un Geraint Thomas en ese equipo cambiaría toda la dinámica porque podía haber hecho el mismo trabajo que Tom Dumoulin (Jumbo). Él quería ir y hacer eso", explicó el campeón del Tour de 2012.
Con todo, a pesar del enfado de Wiggins, Roglic y Pogacar tienen aseguradas para sí las dos primeras plazas de podio de París. Sin embargo, la tercera sigue siendo una lucha encarnizada, abierta y con múltiples gladiadores. Rigoberto Urán (EF) es tercero, pero Miguel Ángel López (Astana) le sigue a apenas once segundos; y detrás, Adam Yates (Mitchelton), Richie Porte (Trek) y Mikel Landa (Bahrain) esperan impacientes un titubeo para lanzarse al ataque. Para golpear en cuanto huelan un poco de sangre. De hecho, el alavés, séptimo en la general y a 42 segundos de Urán, reconoció que todavía tiene el podio entre ceja y ceja: "Estoy un poco cansado, hay estrés por las dos semanas de carrera, pero también es verdad que cada día estoy mejor. Todavía sigo viendo la posibilidad de alcanzar el podio, por supuesto, pero será difícil porque hay varios corredores en un minuto. Difícil, pero no imposible". Así pues, Landa admitió que para poder escalar hasta la tercera posición deberá ser "muy regular" en Los Alpes: "Esta semana será muy dura porque esperan dos jornadas claves con el final en el Col de la Loza y la contrarreloj en La Planche des Belles Filles del sábado, a la que llego con confianza ya que he mejorado en los entrenamientos específicos pero sé que lo mejor será coger tiempo en las etapas precedentes de montaña".
Roglic y Pogacar se mostraron tan superiores en las dos primeras semanas, que lo único que podría amenazar su sitio en el podio sería el COVID-19. Y es que la organización del Tour aprovechó la jornada de descanso de ayer para realizar la segunda ronda de PCR y recordó que si un equipo protagoniza dos o más positivos -los resultados se conocerán esta mañana-, será expulsado. Cabe recordar que el primer control dejó cuatro positivos en cuatro auxiliares de equipos distintos: Ineos, Ag2r, Cofidis y Mitchelton, pero la organización volvió a poner a cero el contador en las nuevas pruebas. El director del Tour, Christian Prudhomme, que también dio positivo y estuvo en cuarentena la segunda semana, podrá reincorporarse hoy si el análisis es negativo.
En Imola, del 24 al 27 de septiembre. El seleccionador estatal de ciclismo, Pascual Momparler, dio ayer la preselección para los Mundiales de carretera que tendrán lugar en Imola (Italia) del 24 al 27 de septiembre y en ella destacan ocho hombres vascos. Imanol Erviti, Gorka Izagirre, Omar Fraile, Alex Aranburu, Mikel Landa, Pello Bilbao, Mikel Nieve y Jonathan Castroviejo pugnarán por meterse en la lista definitiva que conformarán tan solo ocho corredores. Alejandro Valverde, Enric Mas, Marc Soler, Héctor Carretero, Luis León Sánchez, Óscar Rodríguez, Jesús Herrada, David de la Cruz y Víctor de la Parte son el resto de seleccionados.
General
Mikel Landa
PelloBilbao
Gorka Izagirre
Jonathan Castroviejo
Romain Sicard
Mikel Nieve
Omar Fraile
Imanol Erviti