- La dictadura de Mercedes ha impuesto rutinas en los últimos tiempos de la Fórmula 1. El equipo y sus pilotos han acaparado tanto éxito que proporcionalmente han dejado vacíos en el resto de la parrilla. Por eso, cuando la escudería alemana falla -Bottas fue quinto y Hamilton, séptimo-, la gloria recae en manos insospechadas. Si además Red Bull también se ausenta de puestos de honor -Verstappen abandonó y Albon fue decimoquinto- y Ferrari atraviesa uno de sus peores momentos -ayer abandonaron sus dos pilotos- entonces suceden acontecimientos históricos. Esta alineación se da cada mucho tiempo. De hecho, la última vez que no ganó una de estas tres escuderías fue en 2013. En el Gran Premio de Italia asistió la excepción. Por eso, quedará grabado en el recuerdo. La F-1 conoció a su 109º piloto ganador. Se llama Pierre Gasly. Un francés de 24 años que debutó en Toro Rosso en 2017, que dio el salto a Red Bull en 2019, que fue relegado de nuevo al equipo filial de la bebida energética y que a punto estuvo de quedarse sin volante en el Gran Circo. Bien, pues ayer Gasly dio a AlphaTauri -renombrada así este año la segunda estructura de Red Bull- su primera victoria, la segunda de la historia si se tiene en cuenta el palmarés de Toro Rosso, que venció allá por 2008 con Sebastian Vettel. El francés también reverdeció los laureles de su patria, puesto que el último francés ganador fue Olivier Panis, en 1996. Carlos Sainz, mientras, se transformó en el segundo piloto español con más podios. Pisó el cajón por segunda vez, en esta ocasión el segundo peldaño, superando el tercer puesto del GP de Brasil de 2019, donde curiosamente Gasly rubricó igualmente su primer podio en la F-1, con el segundo lugar.
"Sé que ver a Mercedes en lo más alto no es lo que todo el mundo quiere ver", dijo Hamilton en la carrera previa. A buen seguro que la mayoría desea que gane el mejor, pero igualmente anhela que el mejor sean varios pilotos y en diversas carreras, por el bien del espectáculo. La octava prueba del Mundial arrancó con el habitual Hamilton campando a sus anchas, por Monza, donde sin embargo el devenir trazó una cita vibrante.
La sorpresa recayó en Carlos Sainz y su compañero de McLaren, Norris. Ambos dejaron atrás a Bottas durante los primeros metros y pintaron de naranja los puestos de podio, a la zaga de un poleman Hamilton que fue estirando su ventaja a una media de medio segundo por vuelta. Engordó el festín hasta los 17 segundos. Sainz, segundo y satisfecho, celebraba además el tapón de Norris, tercero y locomotora de un tren compuesto por Pérez, Ricciardo, Bottas y Verstappen. La lucha por el subcampeonato viajaba en la sexta y séptima posición. Mientras, el Ferrari de Vettel ya estaba en el garaje, retirado sin frenos.
El intervalo entre la vuelta 20 y la 25 puso patas arriba la carrera. En el giro 20, Magnussen aparcó su coche en la hierba y Dirección de Carrera sacó el safety car y cerró el pit-lane por seguridad. Mercedes no avisó a Hamilton y este accedió, por lo que recibió una sanción de stop and go y 10 segundos.
Al abrirse el pasillo de garajes, la mayoría cambió los neumáticos. Pero todos ellos se verían penalizados poco después, porque en la vuelta 25 un accidente de Leclerc provocó la aparición de una bandera roja, y los que no habían sustituido los calzos pudieron hacerlo y además conservar posición. Antes de la vuelta 20, la clasificación era: Hamilton (1º), Sainz (2º), Norris (3º), Pérez (4º), Ricciardo (5º), Bottas (6º), Verstappen (7º), Stroll (8º), Ocon (9º), Gasly (10º)... Tras la 25 quedó así: Hamilton (1º) -pendiente de cumplir su pena-, Stroll (2º), Gasly (3º), Raikkonen (4º), Giovinazzi (5º) -sancionado al igual que Hamilton-, Sainz (6º), Norris (7º), Bottas (8º), Latifi (9º), Ricciardo (10º), Verstappen (11º)...
Tras retirar el Ferrari accidentado y reparar las protecciones se volvió a tomar una salida con los coches parados. Un esprint de 28 vueltas. Hamilton y Giovinazzi cumplieron sus penas. El líder del campeonato descendió a la cola y remontaría hasta el séptimo puesto. Verstappen se retiró con problemas técnicos. Así, el incrédulo Gasly se aupaba al liderato tras fallar Stroll, que terminaría tercero.
Cuando restaban 19 giros, Sainz ganó la segunda plaza. Gasly rodaba a casi 4 segundos del morro del McLaren. El madrileño soñó con su primera victoria en la F-1. Pero compartía cábalas con Gasly. Ambos ofrecieron un pilotaje excelso, un final trepidante. Gasly se impuso por 4 décimas ante un Sainz abatido al verse a las puertas de la gloria. "¡Una vuelta, solo necesitaba una vuelta más!", lamentó. Sabe que las victorias están caras en el mercado de la F-1, en el monopolio de Mercedes. Pero a veces, las carreras brindan oportunidades muy a pesar de la escudería alemana. Es entonces cuando otros pueden hacer historia. Y es que lo de Mercedes es irritante. Con un mal día, amplió su ventaja sobre sus rivales en el Mundial y además Bottas, quinto ayer, relevó a Verstappen en el segundo escalafón. A Gasly esto no le preocupa. Ya es historia. "De locos", como dijo.
Clasificación de la carrera
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