- Después de tener una primera toma de contacto el jueves, los integrantes del Deportivo Alavés completaron ayer un nuevo paso en el lento proceso de regreso a la normalidad que han emprendido. De esta manera, a lo largo de toda la jornada los profesionales fueron pasando por las manos de los servicios médicos para someterse a un completo reconocimiento que permita conocer su estado físico tras prácticamente dos meses sin poder ejercitarse fuera de sus respectivos domicilios.

Aunque todos han mantenido la actividad y han estado en permanente contacto con los responsables de la preparación física del Glorioso, que no han duda en proporcionarles un buen número de regalos en forma de completas rutinas, resulta incuestionable que las limitaciones que implica el confinamiento han debido hacer su efecto.

Por todo ello, conviene tener una buena imagen global de la situación exacta de cada futbolista para poder planificar la peculiar pretemporada que comenzará el lunes con la mayor eficacia posible. Será este un periodo en máxima importancia en el que deberá conjugarse la extrema seguridad para evitar posibles contagios que oscurezcan el futuro y la óptima puesta a punto del equipo para afrontar las decisivas últimas once jornadas de la Liga. Unos partidos en los que el Alavés necesita asegurar cuanto antes su permanencia un año más en la Primera División.

Por otro lado, no fueron los futbolistas los únicos que llevaron a cabo ayer su última puesta a punto para el regreso a la actividad. Como estaba previsto, las instanciones de Ibaia fueron sometidas a lo largo de todo el día a una profunda desinfección para asegurar que cuando el lunes acojan a los integrantes de la escuadra albiazul no haya el más mínimo rastro del covid-19 en ellas. Unos trabajos que deberán repetirse con frecuencia a partir de ahora para evitar posibles riesgos.