Michael Robinson fue un futbolista y un comentarista carismático. 'Robin' se desenvolvía tan bien en los platós y en las cabinas de comentaristas como en los terrenos de juego. Su estilo desenfadado y didáctico, combinado con su característico acento británico lo convirtieron en una estrella de la televisión.
A continuación repasamos algunos de sus momentos más destacados en pantalla que ya han pasado a la historia.
Debut en 'El Día Después'
El espacio de Canal + fue pionero en mostrarnos la otra cara del fútbol. Los típicos resúmenes con los goles no formaban parte de su guion. Repasaba la jornada en un tono desenfadado, haciendo hincapié en lo que muchas veces no se ve en el campo. Robinson debutó como analista del programa en agosto de 1991 en sustitución de Jorge Valdano.
Un personaje de guiñol
'Robin' alcanzó unas cotas de populiaridad tan altas en el canal de pago que llegó a tener su propio muñeco de látex en aquel espacio tan recordado llamado 'Las noticias del guiñol'. Y es que convertirse en un 'muñegote' no estaba al alcance de cualquiera.
'Caos FC'
Dos temporadas duró este programa que se estrenó en 2016 y en el que Robinson, junto al también exfutbolista Raúl Ruiz, se dedicaba a ayudar a clubes de fútbol en apuros. Una especie de 'Pesadilla en la cocina' del balompié. "Fue el programa que más he disfrutado", llegó a asegurar.
Tacos en español
Cuando llegó a Pamplona, 'Robin' no hablaba ni una palabra de español, lo que le convirtió en objeto de bromas de sus compañeros. "Varias veces cuando estábamos concentrados me mandaban al bar a pedir cinco hijos de puta", reconoció en 'El Hormiguero'.
La peor noticia
Robinson dio la peor noticia que podía dar no en la televisión, sino en la radio. Fue el 17 de diciembre de 2018 cuando confesó que padecía cáncer. En el programa 'La Ventana' de la Cadena Ser anunció que le habían diagnosticado "un melanoma avanzado con metástasis". Como frente a sus rivales en el fútbol, no iba a permitir que le amedrentara la enfermedad: "Yo voy a decir cómo voy a vivir, esa es mi potestad. Yo no quisiera que mis hijos o mi mujer pudieran hablar de que había un Michael previo a la enfermedad y un Michael post. Me sentí empoderado, me vení arriba", le dijo a Carles Francino.