- El día menos pensado. Tal vez la clave se encuentre en el propio título del documental, literalmente. Porque no parece muy inteligente que el serial que narra las interioridades del Movistar, bendecido por la propia formación, deje al descubierto los episodios polémicos del último Tour de Francia en el que sale dañada la imagen del equipo. El documental alumbra los errores de la formación en la pasada edición de la carrera francesa como si se tratase de una de esas biografías no autorizadas contra las que se querella el interpelado porque no le gustan que muestren su peor perfil. En el Movistar entienden la comunicación de otro modo o es lo que transmite el documento, en el que se descubren varios episodios que no fortalecen, precisamente, al equipo de Eusebio Unzué. Quién sabe si en el fondo se trata de un acto de contrición. Es difícil saber si el ejercicio responde a un ataque de sinceridad o a cierto grado de inconsciencia.

La quinta entrega del serial traslada, por ejemplo, opiniones como la de Pablo Lastras, uno de los directores de la escuadra. Lastras describe al de Murgia como un “corredorazo” y “muy buen compañero”, pero finalmente descorcha una severa crítica contra el ciclista, tachando a Landa de ser incapaz de liderar un equipo. “Pero no sé por qué ese baile de equipos, va buscando liderar allí y al final no lidera nada”, expone Lastras, que realiza las declaraciones tras conocerse que el alavés abandonaría el Movistar para recalar en el Bahrain McLaren.

En el documental también está presente la voz de Landa. El alavés expone que en la estructura de Unzué no encontró lo que buscaba cuando fichó. “Vine al equipo con unos objetivos, con unas ideas, ir al Tour y al Giro como líder. Quería esa oportunidad, no me la dieron y la tuve que buscar fuera”. En su adiós, Landa, elegante, agradece el sacrificio y el compromiso de sus excompañeros. “Ha sido el mejor grupo que he encontrado en mi carrera, muy comprometidos y con oficio. Da igual la carrera y los corredores que fueran, siempre te dejaban lo mejor posible”.

La narración del documental se detiene la vigésima etapa del Tour con meta en Val Thorens, donde se evidencia la incomunicación de la formación y su errática táctica. Aquel día, Nairo Quintana y Landa se quitaron el pinganillo por el que reciben las órdenes. El colombiano dijo que “siempre escucho la radio y atiendo a lo que me dicen”, si bien las imágenes negaban a Quintana del que colgaba el pinganillo durante la ascensión. Landa también cortó la comunicación tras lanzar su ataque en busca de Nibali, que venció la etapa. “La cabeza decía que hasta aquí, no puedo más. Instintivamente me lo quité y Arrieta (el director) después de la etapa me dijo que le había molestado mucho que me lo quitase. Fue un feo gesto involuntario”, analiza Landa sin excusas.

Aquel incidente se produjo en un final de etapa de tintes surrealistas, donde Valverde atacó para rebasar a Landa, que perseguía a Nibali, y ser segundo. Nadie comprendió el movimiento. “Fuimos segundo y tercero y se nos quedó cara de tontos. De haberlo gestionado de otra forma se podía haber ganado la etapa. Ataqué a 800 metros y a 500 decía ‘no llego’ y veía a Nibali y me cagaba en todo. Y de repente veo al Bala detrás”, certifica Landa en El día menos pensado, el látigo con el que el Movistar se fustiga.