BARCELONA: Neto; Sergi Roberto, Gerard Piqué, Samuel Umtiti, Jordi Alba; Sergio Busquets (Min. 83, Rakitic), De Jong (Min. 87, Ansu Fati), Arturo Vidal; Messi, Griezmann y Luis Suárez.
ATLÉTICO DE MADRID: Oblak; Trippier, Felipe, Savic, Lodi (Min. 67, Vitolo); Correa, Héctor Herrera (Min. 46, Koke; Min. 73, Llorente), Thomas, Saúl; Joao Félix y Morata.
Goles: 0-1: Min. 46; Koke. 1-1: Min 50; Messi. 2-1: Min. 64; Griezmann. 2-2: Min. 84; Morata, de penalti. 2-3: Min. 87; Correa.
Árbitro: Jose Luis González González. Mostró tarjeta amarilla a Piqué, Luis Suárez y Neto, del Barcelona, y a Thomas, Savic y Llorente, del Atlético Madrid.
Incidencias: Semifinal de la Supercopa disputada en el estadio King Abdullah Sports City ante unos 60.000 espectadores.
JEDDAH - Por menos de un dedo entró el Atlético de Madrid, afortunadísimo, en la final de la Supercopa, que disputará contra el Real Madrid el domingo. Apenas unos centímetros distanciaron a los de Simeone de la derrota. Con la regla y el cartabón llegó la resurrección del Atlético, hasta entonces noqueado por Messi. El VAR recuperó a los colchoneros. Anuló dos tantos al Barcelona, uno a Messi y otro a Vidal, que en el fútbol pretérito no se discutirían y encauzó el milagro de los madrileños, que aún se pellizcan por la resolución de duelo. Probablemente no se puede cazar más rédito con menor inversión. El fútbol, caprichoso, se alió con el Atlético en medio del frenesí de la segunda semifinal de la Supercopa, un torneo que se resuelve en un no lugar para el fútbol, Arabia Saudí. A miles de kilómetros de algo que tuviera sentido y rigor, el gentío aclamaba cada acción de Messi desde el calentamiento. Ajena la afición al peso de los equipos, probablemente también extraña respecto a una competición devaluada por una montaña de dinero, solo Messi, imbatible icono global, concitó unanimidad en el estadio. Messi y su eco en Yeda. Silenciado después por el estruendo del Atlético.
De inicio, la pelota se le quedó el Barcelona, que montó una línea de medios con los clarividentes De Jong, Busquets y el furioso Arturo Vidal, que tiene mejor pie que el que se propaga. La energía del chileno, que jugó con mucho foco, enlazó con Messi, gobernador del duelo, hilo conductor del Barcelona. El argentino descorchó el juego ante el campo de minas promovido por la tropa de Simeone, prietas las filas. Apenas alzó la vista el Atlético, sometido al adoctrinamiento de Messi, que vio de cerca a Oblak, pero no pudo con el esloveno, el sostén de los madrileños, en el primer acto. Oblak desbarató al 10 del Barcelona y negó a Griezmann en una ocasión muy ventajosa para el francés, que no domó la pelota con la finura que requería la acción. Del Atlético apenas hubo huella. Aislado Joao Félix y sin acuse de recibo de Morata, la defensa y la trinchera eran el plan. Sufría el Atlético ante un Barcelona con buen pie, criterio y profundidad, pero que no acertó en la diana de Oblak. El primer acto se marchitó en una tangana que comenzó con una discusión entre Joao Félix y Jordi Alba. Se amontonó hasta Messi. Las amonestaciones se las quedaron Suárez y Savic, los últimos en llegar, pero los más belicosos.
Simeone intervino de inmediato y otorgó vuelo a Koke. Fue la resurrección. Sacó de centro el Atlético y en el siguiente fotograma, el capitán celebraba el gol. Bingo con un solo cartón. A la primera. La defensa blaugrana defendió la jugada con tibieza. Koke no se anduvo con remilgos y descerrajó ante Neto. El gol del Atlético alimentó la ambición de Messi. El Barcelona mostró la cresta. Messi peleó una dejada de Suárez, se coló entre dos defensores y armó la derecha y el festejo. Un derechazo al mentón del Atlético. Quedó noqueado el pelotón de Simeone ante un Messi estelar. El argentino se inventó una delicia que perforó a Oblak, pero el 10 controló con la mano. Anulado el tanto, el Barcelona no bajó los decibelios y Griezmann remachó con la cabeza el testarazo de Suárez que rechazó el arquero esloveno. El Barcelona recuperó el marcador. En pleno apogeo, Messi lanzó una falta que impulsó a Vidal y la dejó para que embocara Piqué. El VAR, chivato, detectó fuera de juego por una porción del hombro de Vidal. Revuelto el duelo, el Atlético, enterrado, revivió con dos fogonazos. Un penalti de Neto a Vitolo disparó a Morata. Tablas. Se preguntaba el Barcelona qué había ocurrido y encajó el tercero en una contra que Correa estalló en la red de Neto. Koke y la resurrección.