barcelona - Pablo Machín, presentado ayer como nuevo entrenador del Espanyol hasta 2021, llega a la entidad blanquiazul con el fútbol vertical y la defensa de tres centrales como propuesta para relanzar al equipo en la clasificación, cambiar el juego del bloque y enganchar de nuevo a la afición.

El entrenador soriano, de 44 años, aterriza en el RCDE Stadium tras su paso por el Girona, donde logró consolidarse en Primera División, y por el Sevilla. Su paso por el cuadro andaluz no fue tan acertado, ya que fue destituido el pasado marzo. Desde entonces, y hasta ahora, el técnico ha estado sin equipo.

Los conjuntos de Machín se caracterizan por un sistema táctico 3-5-2. Los tres centrales son su sello personal, con carrileros ofensivos, que desborden y se sumen al ataque con centros desde las bandas. El preparador persigue un fútbol vertical, sin excesivas florituras ni descaro, aunque con orden y criterio.

En este sentido, en la plantilla blanquiazul encontrará recursos suficientes para implantar su receta. Laterales como Pedrosa o el francés Corchia ganarán protagonismo por su habilidad para incorporarse a tareas ofensivas. Pueden transformarse en extremos y esto es esencial en su pizarra.

Pese a su relativa escasa experiencia en Primera División, el soriano ha demostrado crédito suficiente para competir en la élite con garantías. En el Espanyol tiene una nueva oportunidad.

En el plano personal, Machín tiene un discurso sencillo, cercano al aficionado y también al jugador. Reactivar al Espanyol será clave en esta nueva etapa. Es metódico en sus sesiones y presta especial atención a las acciones de estrategia, que considera muy importantes en el juego actual. Machín estaba en la lista de candidatos de la dirección deportiva para hacerse cargo del equipo en verano. Finalmente, Gallego, destituido, fue el elegido. El soriano tiene ahora un parón de liga para adaptar el Espanyol a su libro de estilo. - Efe