Vitoria - Tras la intensa jornada del domingo los participantes del Ironman Vitoria-Gasteiz tuvieron ayer su recompensa y reconocimiento en la gala de entrega de premios, evento que dio el cierre a una semana que no pudo ir mejor para la organización ni para el gasteiztarra Eneko Llanos, que se lució ante su público bajando por tercera vez en su carrera deportiva de las ocho horas en un Ironman.
La primera en recibir la txapela ayer, sin embargo, fue la norteamericana Heather Jackson, que se impuso en la prueba femenina en su primera carrera lejos de Estados Unidos. Jackson se ha ganado el cariño de los gasteiztarras con su imborrable sonrisa, pero Vitoria también se ha ganado el cariño de una de las grandes triatletas del mundo. “Me fue imposible dejar de sonreír con el apoyo de los fans y de los voluntarios. En las zonas con público mis piernas empezaban a ir más rápido de lo debido, tuve miedo de no saber controlar mis impulsos y gastar toda mi energía”, aseguró la exultante vencedora femenina. También se notó la alegría de Nina Derron, que logró la clasificación para el mundial de Hawaii con su segunda posición. “Sí quiero”, respondió la suiza cuando le preguntaron si aceptaba el reto de Kona, en una curiosa costumbre de la competición a la hora de repartir plazas para el mundial.
También fue premiada con el tercer lugar la catalana Judith Corachán, desafortunada con su pinchazo y penalización. En cualquier caso, quien recibió la mayor ovación fue Ruth Brito, una gasteiztarra más a pesar de haber nacido en Lanzarote. Los seis primeros PRO de cada categoría recibieron reconocimiento, lo que propició que Brito, sexta clasificada, tuviera un merecido recibimiento con aplausos.
El ruido fue aún mayor cuando el presentador pronunció el nombre de Eneko Llanos, que se acercó al podio con un andar algo renqueante después del esfuerzo sobrehumano del domingo. Rodeado por el australiano Josh Amberger, segundo clasificado y el guipuzcoano Peru Alfaro, el gasteiztarra volvió a ser elegante en sus palabras, que repitió en euskera, inglés y castellano. “No pensaba en una revancha después del segundo lugar de 2012, mi única intención era disfrutar al máximo de la carrera. Ha sido precioso volver siete años después, una de las mejores experiencias de mi vida, sin duda”, aseguró el ídolo local.
Tampoco se olvidó de agradecer el apoyo de sus paisanos. “El de Vitoria es el mejor Ironman que hay. Ha sido una carrera increíble con los ánimos de mi familia y de los fans, os podéis imaginar lo que esto significa para mí siendo gasteiztarra”. Por si fuera poco, Llanos dejó la puerta abierta a repetir la experiencia en la próxima edición, lo cual seguro que es una alegría para sus seguidores.
Una vez premiados los mejores PRO, ambas categorías se unieron en el podio y se les bailó un aurresku, siguiendo la tradición y cultura vasca a pesar de estar ahora bajo el paraguas de la multinacional Ironman. En las caras de los atletas internacionales que lo presenciaban por primera vez se dibujaron muecas de asombro y sonrisas, pero todos rompieron a aplaudir al dantzari y al txistulari cuando terminaron su actuación.
Toni Noe, el gran protagonista Una vez premiados los triatletas de élite, fue el turno de los equipos y de los grupos de edad, cuyos mejores clasificados fueron desfilando por el escenario hasta la llegada de el más veterano de todos, el catalán Toni Noe, de 73 años, único competidor y, por lo tanto, vencedor del rango de edad de 70 a 74 años. En ese momento el auditorio estalló, todos se pusieron en pie y Noe subió las escaleras con lágrimas de alegría. Durante la jornada del domingo ya provocó el júbilo entre los aficionados, que lo empujaron a seguir corriendo a pesar de su visible cansancio y sufrimiento, y ayer recibió el reconocimiento de los triatletas que vivieron la carrera junto a él. Imposible no empatizar con un hombre con su capacidad de superación.
La victoria en su categoría fue además un premio a su carrera deportiva, ya que tras 30 años participando en el deporte consiguió al fin el pase para el mundial de Ironman en Hawaii, donde seguro que continúa conquistando los corazones de los aficionados y del mundo del triatlón. Cuando volvió a subir para recoger el collar de flores y la moneda que da el pase a Hawaii no pudo evitar una sonrisa de oreja a oreja.
Otro veterano aclamado fue el gasteiztarra Pedro Oviedo, campeón del mundo de Ironman en 2012 y que el domingo, en su cumpleaños, se alzó con la victoria en Vitoria, en la categoría entre 60 y 64 años. Sorprendentemente, Oviedo rechazó la plaza que le correspondía para viajar a Hawaii, puede que con la intención de dar por cerrada su etapa como corredor de Ironman con el buen sabor de conseguir una victoria en su ciudad. Su relevo lo tomará su hija Marta, que el domingo completó su primer Ironman y compartió pista con su padre. Otra de las grandes historias que nos ha dejado el Ironman Vitoria-Gasteiz, que se prepara ya para la próxima edición y pronto abrirá el periodo de inscripciones.
Lágrimas de veterano. El gran protagonista de la entrega de premios fue el catalán de 73 años Toni Noe, único participante y vencedor en la categoría de 70 a 74 años. Noe recibió el premio a 30 años practicando el triatlón con su primera clasificación para el Mundial de Ironman en Kona (Hawaii). El veterano corredor rompió a llorar cuando todo el auditorio se puso en pie al subir al podio, en reconocimiento a su capacidad de superación.