vitoria - Y es que en la historia quedará que el vitoriano Eneko Llanos fue el primero en inscribir su nombre en el selecto nombre de ganadores de una prueba que pide a gritos el espacio destacado que se merece dentro de este deporte. Con el añadido de hacerlo en su casa. Un resultado que, evidentemente, llenó de satisfacción al director de la carrera, ante todo amigo desde hace muchos años de Eneko. Todavía en plena vorágine de trabajo -la línea de meta no se cerró hasta pasadas las doce de la noche-, Martínez realizó ayer un primer balance de urgencia para DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA que resumaba una lógica satisfacción. Porque bien podría decirse que toda la semana Ironman de Vitoria ha ido sobre ruedas y, sobre todo, ha servido para demostrar al mundo que esta ciudad reúne cualidades más que sobradas para ocupar un puesto destacado dentro de los Ironman. Una idea de la que Martínez está convencido y por la que va a seguir trabajando desde ya de cara a la edición de 2020.

Puede decirse que ha sido un día redondo culminado con la victoria de Eneko. ¿Había soñado con algo parecido?

-Soñar sí, la verdad. Precisamente ayer estuve un rato con Eneko en el Ironkids y comentábamos que quién nos iba a decir hace doce años que íbamos a tener un Ironman en Vitoria y que además iba a tener opciones de ganar. Sabíamos que estaba bien pero también que la larga distancia es complicada...

¿Ha sufrido mucho hasta que ha levantado los brazos?

Le he visto en la primera vuelta de ciclismo que iba segundo y ha llegado el primero a la transición. Después ha ido cogiendo distancia y se le apreciaban buenas sensanciones, iba sonriendo... vas viendo que se acerca. Y al final ha sido increíble. Estamos muy contentos porque además ha hecho un tiempazo bajando de las ocho horas y eso es muy bueno para Eneko pero también para la prueba porque demuestra que es un circuito rápido, lo que supone un aliciente para todos los posibles participantes.

¿Quién ha disfrutado más cuando cruzaba la línea de meta, Eneko Llanos o Eduardo Martínez?

-No, no, está claro que yo he disfrutado mucho pero para él es algo muy especial. Yo estaba con su madre, que estaba súper emocionada, y su hijo y la verdad es que ha sido un momento mágico. Eneko siempre ha hablado maravillas por todo el mundo de Vitoria en general y del triatlón en particular y poder ganar esta prueba en su casa seguro que le ha hecho llegar a las nubes.

¿A nivel organizativo el balance tampoco puede ser más satisfactorio no?

-La verdad es que se puede decir que todo ha salido casi perfecto. He visitado todas las zonas, las transiciones, el sábado los entrenamientos y lo cierto es que ha ido todo muy bien. Hasta el tiempo nos ha acompañado con una temperatura buena pero sin excesivo calor.

La edición de este año era especial por la entrada de la marca Ironman. ¿Ha sido el espaldarazo definitivo para que Vitoria ocupe el lugar que merece dentro del mundo del triatlón?

-Sí, yo creo que sí. Indudablemente. Hemos tenido 2.100 participantes de 53 países y se ha retransmitido en directo por todo el mundo pero, todavía más después de lo que ha pasado con Eneko, estoy seguro de que Vitoria va a ser un referente total no solamente dentro del mundo del triatlón, también en el del Ironman. Cuando me ha abrazado nada más cruzar la línea de meta lo primero que me ha dicho Eneko ha sido que este es el mejor ironman del mundo. Y no lo dice precisamente un cualquiera porque de las cuarenta pruebas que componen el circuito a nivel mundial habrá participado casi seguro en veinte diferentes.

¿Si hay que ponerle una nota a este primer Ironman Vitoria-Gasteiz cuál sería?

-Pues mira lo voy a dejar en un nueve y medio. Está claro que siempre se puede mejorar y nos vamos a poner a ello desde ya para la edición del año que viene pero desde luego la nota de esta edición tiene que ser un nueve como mínimo.