vitoria - La exgimnasta gasteiztarra, Tania Lamarca, tocó el cielo cuando en 1996 con apenas 16 años ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta. Por desgracia un año después tuvo que poner fin a su carrera deportiva porque superaba el peso establecido en su deporte, 41 kilos. El mazazo le hizo entrar en depresión y fruto de ello escribió, años más tarde, un libro titulado Lagrimas por una medalla que le sirvió como altavoz para que el futuro de la gimnasia no siguiera el mismo camino que ella vivió, así como para que la sociedad conociese cómo es vivir por y para la gimnasia rítmica.

Pese a todo lo vivido y sin olvidar nunca quién es, Tania Lamarca decidió tirar para delante en su deporte. No quería apartarse de ese mundo y aunque costara más de lo imaginado comenzó su trayecto de aprender para enseñar. Tiene claro que una cosa es lo que personalmente hayas vivido pero otra muy distinta es saber transmitir correctamente esos conocimientos. Decidió sacarse el título de entrenadora nacional, así como el de coach. En todo este camino no se ha encontrado nunca sola y entre todas las personas que le han apoyado destaca a su prima con síndrome de down. “He pasado mucho tiempo fuera de Gasteiz, de mi casa, pero ella siempre me ha transmitido un amor y un cariño inigualable”, indica. Con el paso del tiempo ese aprecio lo fue transformando inconscientemente en una deuda pendiente, ya que “no he dejado de hacer campuses o participar en ellos pero en ninguno tomaban parte personas con discapacidad”. Asegura que siempre ha visto a su prima capaz de todo e indica que nunca ha dejado de hacer nada que se haya propuesto pero siempre en sitios especiales para ello. “No lo veo mal pero sentía o le debía a ella un campus en el que todos y todas fuéramos iguales”, recalca.

Ahí nació el germen dentro de la gasteiztarra, que este lunes verá como su sueño o como ella misma dice su “deuda” con su prima en forma de Campus Inclusivo Tania Lamarca. Tendrá una duración de cinco días desde el 1 hasta el 6 de julio y está dirigido a niños y niñas, de todos los niveles, a partir de los ocho años. Finalmente habrá 30 participantes procedentes en su mayoría de Cataluña desde los ocho hasta los 16 años de los cuales solo uno será niño. “Nos hubiera gustado tener más pero no ha sido posible. Aun así, es el primer año que se hace un campus de este tipo y espero que en futuras ediciones el número de participantes en ambos sexos sea más elevado”, indica.

Lamarca, remarca que la única condición que tenían para la celebración de esta primera edición era que entre los participante hubiera niñas o niños con algún tipo de discapacidad. “En caso de que esto no hubiera sucedido no hubiéramos realizado el Campus”. Todo se debe a que es inclusivo y en caso de que todos los participantes no tuvieran ningún tipo de discapacidad “sería un campus más y este año no teníamos la idea de hacerlo así”.

A falta de tan solo tres días para la celebración del Campus Inclusivo Tania Lamarca la exgimnasta se muestra muy ilusionada y con muchas ganas de que llegue el próximo lunes para que comience todo a rodar. “Es la primera vez que lo hacemos y la acogida, con 30 participantes, ha sido buena. Voy a cumplir un sueño y resolver una deuda pendiente con los niños y niñas con discapacidad”, indica. Además hay que tener en cuenta de que el proyecto nace bajo la idea de acercar los valores como la igualdad, la inclusión, la diversidad, así como el respeto hacia la gimnasia. “Creo que lo conseguiremos y que las participantes saldrán de aquí siendo mejores personas”, afirma.

La alavesa se ocupará de que todo salga bien y que no falte de nada. “Participaré en algún entrenamiento que hagamos, dormiré allí y estaré todo el rato con ellas, aunque estaré más tiempo pendiente de que todo salga bien”. Además de Lamarca en el Campus estarán, como invitadas, las gimnastas Lourdes Mohedano, plata Olímpica en los Juegos Olímpicos de 2016; Leticia Batista, referente con 28 años y campeona de España de gimnasia; y Sara Marín, entre otras cosas once veces campeona de España de gimnasia rítmica para personas de discapacidad. Mohedano impartirá una Master Class uno de los días del Campus y estará todo el día a disposición de las niñas y niños. Además, la cordobesa de 24 años dará una charla en la que se enfrentará a todas las dudas de las jóvenes participantes. Por otro lado, tanto Leticia Batista como Sara Marín estarán en la gala final que se celebrará el 6 de julio.

día a día en el campus Tania Lamarca desde el momento que se planteó hacer el Campus Inclusivo quería que fuera lo más profesional posible y que los participantes pudieran vivir de primera mano cómo es esa sensación. El lunes todas las niñas y niños llegarán al polideportivo de Mendizorroza a las 18.00 horas donde la exgimnasta alavesa las estará esperando. Una vez allí y tras una breve charla se les entregará la equipación oficial del Campus. Tras la correspondiente bienvenida se despedirán de las madres y padres para dirigirse a la residencia Tomás Alfaro Fournier, lugar donde descansarán durante toda la semana.

Del martes al viernes los participantes tendrán un horario establecido a cumplir desde las 9.00 horas hasta las 23.30 horas. Por la mañana tendrán dos entrenamientos con su correspondiente descanso para el hamaiketako y a la tarde habrá un último entrenamiento. Después de cenar, a las 21.00 horas, harán una actividad nocturna antes de descansar para el día siguiente. De manera excepcional uno de los días irán a la piscina siempre que el tiempo lo permita.

Los entrenamientos, por su parte, estarán divididos en grupos de nivel. “El primer día les haremos una prueba de nivel para saber dónde meter a cada una de las participantes”, afirma Lamarca. Las entrenadoras serán Tatiana Martínez, Nereida Castellanos y Sonia Conde. “Todas ellas son entrenadoras con título nacional y además están especializadas en entrenar a personas con discapacidad, algo imprescindible en nuestro Campus en esta edición”, indica.

Por último, el sábado 6 de julio realizarán una gala final en el polideportivo de Mendizorroza a partir de las 12.00 horas. Será la oportunidad para que los padres y madres vean a sus hijas e hijos realizar las actuaciones que aprenderán durante la semana a las órdenes de sus entrenadoras. Independientemente del nivel todas realizarán su actuación en una gala final que tendrá una entrada totalmente gratuita. Además, como colofón al final del Campus las gimnastas Sara Marín y Leticia Batista harán una exhibición de despedida para deleite de todos los presentes. A la 13.15 horas finalizará la primera edición y los participantes volverán a sus casas.

objetivo cumplido Para Tania Lamarca este puede ser uno de sus mayores éxitos, ya que mediante él será capaz de cumplir un sueño. Es consciente de que lo fácil en la vida es seguir el camino aparentemente estipulado por la sociedad pero ella sabe que se desvió del mismo hace mucho tiempo. Quizá fue el día en el que la dijeron que no cumplía con el peso obligatorio para competir. Nunca lo sabrá a ciencia cierta. Aun así, desde hace un tiempo tuvo claro que de algún modo tenía que devolver a su prima con síndrome de down, así como a todas las personas con algún tipo de discapacidad el cariño recibido abriéndoles una puerta para y con su deporte, la gimnasia rítmica.

Por ello, la vitoriana asegura que después de hacer miles de campus con personas sin discapacidad y haber participado en innumerables eventos sabía que tenía que dar el paso y realizar su primer Campus Inclusivo. “Han sido muchos años aprendiendo y conviviendo en otros campuses; sabía que había llegado el momento”, indica. Lamarca quiere que los 30 participantes, independientemente de su nivel, aprendan en la medida de lo posible la parte técnica de la gimnasia. Aunque afirma que lo más importante será “la convivencia, y predominen valores como la generosidad, la amistad y la empatía”. En definitiva, solo quiere que el sábado después de la gala final sean un poco mejores, más valientes y que tengan mucha más fuerza para perseguir sus sueños, tal y como ha hecho Lamarca tanto dentro como fuera del tapiz.