Un día increíble para mí. Sentí una alegría enorme. Si ganar en L’Aquila fue el premio que perseguí durante años, un triunfo en una grande, vencer en Monte Avena, en los Dolomitas, tiene para mí incluso más importancia porque supone ganar en una gran etapa de montaña del Giro. Además pude ganar en el grupo de favoritos. Estoy muy contento con lo conseguido. Antes del Giro no pensaba en algo así, pero la carrera nos ha llevado por otros caminos y he aprovechado las oportunidades. En jornadas así te acuerdas de los tuyos, de mis padres, de mi novia, de los amigos que han venido a animarme, de los compañeros de equipos y de todos los que han creído y trabajado conmigo todo este tiempo. En cuanto al final, tuve claro que la rueda a seguir era la de Mikel. Vi un hueco al lado de las vallas, por el interior, y me la jugué. Me salió bien y pude remontar a Landa. Aunque sentí mucha alegría, me dio pena que Landa se quedara tan cerca del premio. Pero bueno, ahora está en el podio y deberá pelear contra Roglic. Carapaz, por su parte, es el virtual ganador del Giro aunque quede la crono. Tiene suficiente ventaja respecto a Nibali. En cuanto a Miguel Ángel López, tuvimos mala suerte. En realidad fue un aficionado el que tiró a Miguel. Es incomprensible que esto ocurra.