Vitoria - Fernando Alonso, focalizando la atención con su presencia, se examinaba fuera de la Fórmula 1. Afrontaba las 24 Horas de Daytona. Una prueba de resistencia en la que, en cada uno de sus tres relevos, llevó a su equipo, el Konica Minolta de Wayne Taylor Racing, al liderato. Formando conjunto con Kamui Kobayashi, Jordan Taylor y Renger van der Zande, el asturiano, ya en su tercer relevo, fue quien condujo el coche a un primer lugar que sería decisivo, porque instantes después apareció una bandera roja producto de la lluvia torrencial que dejó inservibles las dos horas finales de carrera. A las 23 horas y 50 minutos, la organización daba por concluida la cita y el equipo de Alonso se proclamaba campeón.

El monoplaza del Wayne Taylor Racing, enmarcado en la categoría Daytona Prototype International (DPi) con su chasis Dallara y un propulsor de 6.2 Litros V8, salió desde la sexta plaza. El primer turno de Alonso llegó a la hora y 47 minutos, cuando Taylor cedió un volante que el asturiano cogió en novena posición.

Alonso imprimió un ritmo de 1:35 bajos. Cuando restaban 20 horas y 38 minutos de carrera, colocó el Cadillac con el dorsal número 10 en lo más alto de la clasificación. Incluso, llevó su ventaja hasta los 20 segundos en dos ocasiones; en la primera su diferencia fue anulada por una bandera amarilla, pero reabrió el margen antes de dar el testigo a Kobayashi. Fue un stint de 2 horas y 58 minutos.

Un nuevo aviso de bandera amarilla -hubo un total de 17- anuló nuevamente el margen del equipo de Alonso. Kobayashi y Taylor defendieron sin éxito la posición de privilegio.

Alonso inició su segundo relevo en el tercer puesto; quedaban casi diez horas. Su escudería, además, cometió un error de previsión al montar neumáticos lisos cuando la lluvia comenzó a arreciar con violencia. Obligado a volver al garaje, caía a la cuarta plaza, cerca de ser doblado.

Con las gomas adecuadas afloró la mejor versión. Alonso recuperó la cabeza de la carrera por segunda vez en un relevo de casi dos horas. Esta vez elevó la ventaja hasta casi el minuto. Pero entonces, ondearon de nuevo las banderas amarillas. Se esfumaba la ventaja y el dulce momento.

La hilera de monoplazas, sin posibilidad de variar posiciones, se mantuvo detrás del coche de seguridad más de una hora. Durante este tiempo la lluvia se multiplicó obligando a la organización a sacar la bandera roja. Restaban 7 horas y 10 minutos. Se habían cubierto 521 vueltas y Alonso figuraba líder provisional, aunque sin ventaja. Se dirigía desde su bólido hasta el box paraguas en mano. “Antes del coche de seguridad estaba siendo divertido, pero así es mejor parar”, expresó, aunque lamentó: “Si hubiéramos estado con la normativa europea, estaríamos un par de vueltas por delante de todo el mundo”.

La carrera estuvo detenida por la bandera roja 1 hora y 45 minutos; quedaban 5 horas y 35 minutos cuando se relanzó. Pero acto seguido, un nuevo accidente invitó al safety car. Seguido, Taylor relevaba a Alonso en el Cadillac número 10, que descendía a la tercera plaza con el cambio. Los accidentes provocaron casi tres horas seguidas de interrupciones. En la recta final, tres DPi optaban a la victoria.

alonso sentencia Taylor recuperó el liderato a 3 horas y 43 minutos del final. Pero Felipe Nasr contraatacó y se lo arrebató. Las manos de Alonso se volvieron decisivas. Salió a pista por tercera vez para asumir el último relevo del equipo. Rodaba tercero.

A punto de cumplirse la primera de las tres horas restantes, Alonso presionó a Nasr y el brasileño se salió de la pista. Por tercera vez, el asturiano se alzaba líder y con 15 segundos de margen. Entonces, a casi dos horas de concluir, apareció la segunda bandera roja por primera vez en la historia. La lluvia no cesó y la prueba no se reanudó; Alonso y su equipo conquistaban las 24 Horas de Daytona.