¿c uál es vuestro objetivo? “Esforzarnos para superar nuestros límites”. Esta es la respuesta de Margarita Mamun, campeona olímpica de gimnasia rítmica en Río 2018. Esta semana hemos podido ver el documental Over the limit, donde se muestra la preparación de una gimnasta rusa en su camino a los Juegos Olímpicos y el método utilizado por su seleccionadora, Irina Viner. En él se aprecia cómo la preparadora ataca verbalmente a su discípula y cómo la lleva a extremos emocionales con el objetivo de que salga a competir en su máximo nivel. Resulta del todo imposible no sorprenderse y escandalizarse con algunas de las frases que le dedica... Como tercera protagonista de este episodio está la entrenadora personal de Margarita, que intenta contrarestar la ofensa dándole cariño y apoyo e intentando estar siempre de su lado. ¿Estamos preparados para superar nuestros límites? ¿Quién se encarga de valorar dónde está la línea de salida y la línea de meta? ¿Hasta dónde llegarías tú para conseguir tus metas y tus sueños?
Al hilo de todo este asunto, hay algo que me ha hecho reflexionar y fue escuchar lo siguiente: “Ese método funciona porque es alto nivel y Rusia siempre está en lo alto del podio. Ya saben donde están, así que si no les gusta que se vayan”. Me niego a pensar que eso sea así y funcione de modo generalizado. Si quiero conseguir el máximo nivel, ¿tengo que pasar por límites que no debería? Está claro que Rusia obtiene medallas y que detás de todos esos triunfos hay un trabajo, unas infraestructuras y un apoyo económico. Con todo esto, ¿podemos tener deportistas en su máximo nivel? Quedarse con el titular es fácil, pero profundicemos? ¿Ser exigente es igual a faltar el respeto? ¿Está reñido ser deportista con ser persona? En el mismo documental se escucha en un momento dado cómo le dicen a Mamun: “No eres un ser humano, eres un atleta”. Que me disculpen pero los deportistas somos seres humanos y se puede compatibilizar a jornada completa durante los 365 días al año. En nuestro país, por suerte, tenemos tres campeonatos Europeos, siete medallas de Oro en mundiales, dos de Plata olímpicas y un Oro olímpico... ¿Es entonces posible ganar sin ese método ruso? La respuesta es claramente sí. Por eso somos muy afortunados en esta país porque nuestra rítmica no actúe como la soviética...
El deporte y en este caso la rítmica consiste en aprender los valores que nos sirvan para nuestra vida, unos valores que cada entrenador debe trasmitir y que haga que una carrera deportiva profesional nos deje una experiencia vital y también, por qué no, una medalla olímpica. Durante años he tenido que escuchar que ganar una medalla te hace perder tu vida, tu infancia o adolescencia, y soportar límites que no debería. Desde luego que si nos fijamos en Rusia, por supuesto que sí, pero preocupémonos de según en qué lado estamos, si en el de ser trasmisor de valores o en el de receptor de ellos, porque tener una exigencia es muy distinto a que alguien tenga el derecho sobre ti.
cada uno pone sus límites Ser gimnasta de élite no hace que seas una persona fuera de lo común, ni tampoco que tengas que aguantar faltas de respeto para llegar a lo más alto. Puedo decir que ser gimnasta de alto nivel te hará una persona que aprendió que el trabajo duro te llevara a tu éxito y que el esfuerzo siempre tendrá su recompensa pero también una persona que sabrá lo que es el compañerismo, la pasión por lo que haces, el aprendizaje de saber que si te caes te puedes levantar -porque las caídas son necesarias- y que tendrá un entrenador/a que le apoyará y le enseñará con respeto y cuidado que cree en ella. Porque sí, desde luego que sí se pueden conseguir medallas sin ese método, y sin tener que elegir entre ser personas o deportistas. Así que no nos quedemos con el mensaje equivocado. Cada uno pone su límite donde crea necesario y esté dispuesto, desde luego que sí, pero no renuncies a tu sueño creyendo que solo hay una manera de llegar a él.
* Tania Lamarca es exgimnasta olímpica y socia de Sport&Play