bilbao - El miércoles día 12 de septiembre Euskadi acogerá la decimoséptima etapa de la Vuelta, una jornada que sirve para la proyección de la diversidad que atesora Euskadi, más allá de para que los aficionados vascos puedan satisfacer sus ganas de seguir el directo el ciclismo de élite y a sus representantes. “Es una postal”, subraya el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria. No en vano, la etapa es un tour por la provincia vasca, “un paseo” porque “salimos de la mar, de Getxo, y llegamos a la montaña; cruzamos grandes núcleos urbanos como la Margen Izquierda o Bilbao y también pueblos pequeños y espacios naturales como San Juan de Gaztelugatxe o Urdaibai; combinamos el hierro de las minas y el titanio del Guggenheim, unimos pasado y presente”, describió el representante de la Diputación Foral de Bizkaia.

La única cuenta pendiente para alcanzar la plenitud del recorrido eran los trabajos de acondicionamiento de la pista que sube hasta la cima del monte Oiz, uno de los puntos calientes de la etapa puesto que será escenario para el final de la decimoséptima estación de la Vuelta. Un enclave que se antoja decisivo para resolución de la clasificación general. Precisamente hoy, tal y como informó ayer la entidad foral, será cuando se concluyan una labores de reparación de algunos tramos agrietados que se han venido acometiendo a lo largo del último mes. -DNA