Sochi - Los caminos de Rusia y Croacia en el Mundial se cruzan en Sochi hoy, el día en que la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno en 2014 acoge su último partido del torneo, un duelo que permitirá a la selección ganadora repetir su mejor antecedente en una cita de semejante calado.

Rusia afronta contra Croacia el partido más importante de su reciente historia, ya que en caso de victoria igualaría su mayor logro en unos Mundiales: las semifinales de Inglaterra 1966. Bajo los palos estaba entonces Lev Yashin, mientras que ahora se sitúa Igor Akinfeev, el héroe de los octavos de final contra España, ya que detuvo dos lanzamientos en la tanda de penaltis.

Con una nueva y talentosa generación, Croacia espera emparejarse con el listón fijado en el Mundial de Francia de 1998 por el inolvidable equipo de Sucker, Prosinecki, Boban y compañía, que solo cayó en semifinales ante el anfitrión. La victoria en octavos de final contra Dinamarca, en un pulso muy emotivo que necesitó tiempo de alargue y tanda de penaltis, resultó vital para potenciar el aspecto psicológico de los croatas, pues desde 2008 pinchaban sucesivamente en el primer partido de las eliminatorias directas.

Rusia tuvo que ir también a la instancia extrema de definición al igualar en tiempo reglamentario 1-1 con España. Sorprender y despachar al campeón del mundo en Sudáfrica 2010 ha desatado la euforia en Rusia, pese a que la exhibición estuvo salpicada de drama y sustentada en un libreto ultraconservador.

En el estadio Olímpico Fisht, en Sochi, se sabrá hoy qué selección ha asimilado mejor el descomunal desgaste físico de los octavos de final y si a los anfitriones les alcanzará el fervor desbordado de sus hinchas para reforzar su juego de sacrificio. El gran dilema de la selección rusa es si jugará de nuevo con un sistema ultradefensivo, que incluyó la alineación de cuatro centrales desde la sustitución del lateral izquierdo Yuri Zhirkov en el descanso ante los españoles, u optará por un esquema más ofensivo. Croacia, con Modric al mando, tendrá mucho trabajo. - Efe